Se levantan desde muy tempranas horas de la madrugada, viajan varios kilómetros y son parte importante en la cadena de comercialización de los productos del mar, se les conoce como las “Paneras de Casares”.

En cada una de ellas hay historias de superación, sobre todo porque su trabajo antes lo hacían sin el apoyo de nadie, muchas son madres solteras, pero esto no les impide ganarse el pan de cada día y como mujeres trabajadoras contribuyen al sustento de sus hogares y de la economía local.

En la playa de Casares, una comunidad costera del departamento de Carazo, la actividad principal es la pesca, la mayoría de hombres se adentran con las pangas desde horas de la tarde y regresan al día siguiente entre las 6 y 9 de la mañana.

paneras

En la zona existen unos 10 acopiadores que se encargan de comprar el producto a los pescadores, mismo que debe ser calidad, sin golpes, con pesos superior a la libra. Estos acopiadores a su vez comercializan a las medianas o grandes empresas que luego se encargan de exportarlos y/o distribuirlos a los supermercados.

Pero no todo el pescado o producto que sale del mar es comprado por los acopiadores o por las empresas. Es ahí donde el papel de las llamadas paneras (mujeres que compran pescados en panas) se vuelve fundamental, incluso hay momentos que pagan hasta mejores precios a los pescadores.

Hace un par de años estas mujeres se organizaron, recibieron capacitación y trabajan con créditos del programa Usura Cero.

paneras

El impacto del Usura Cero en la pesca

Maritza Esperanza Chávez, tiene 5 años de ser panera, es originaria de la comunidad Río La Flor, se involucró cuando se convirtió en protagonista del Usura Cero, antes se dedicaba a trabajar como asistente del hogar. Hoy Maritza ha recibido 8 créditos y diariamente obtiene una ganancia entre 700 y 1000 córdobas.

“Considero que nuestra labor es importante, porque hay veces el pescado que le llaman la chatarra (pargo que pesa menos de una libra) no lo compra el acopio o se los pagan a menos precio, pero nosotras se lo pagamos a tres córdobas o dos córdobas más, entonces ellos nos prefieren a nosotras, porque el acopio solo compra lo que es de exportación y nosotros le agarramos todo, la chatarra, la barracuda, le compramos todo”, dice Maritza.

Esta mujer asegura que gracias al crédito del Usura Cero la vida de su familia ha mejorado, porque los intereses son mínimos, mientras el del resto de la banca comercial son demasiados altos.

paneras

El pescado que acopian las paneras es comprado por los comerciantes de los mercados de Carazo. “Nosotras pagamos inmediatamente al pescador, mientras los acopios muchas veces pagan después que las empresas compran el producto”.

Otra mujer que trabaja con fondos del Usura Cero, es doña Fátima Mojica Palacios, que pertenece al grupo solidario “Juventud Sandinista 19 de Julio Río La Flor”, que está compuesto por Maritza y Tania Palacios.

“Nos levantamos desde las cuatro de la mañana, como a esa hora no hay transporte, nos venimos caminando y a las seis de la mañana estamos comprando el pescado a los pescadores, luego regresamos en la tarde cuando mándanos una lancha, a dar gasolina, hielo, carnada y otras cosas, se van al mar y al día siguiente venimos a recibir el producto”.

paneras

Hay algunas paneras que también distribuyen a los acopios, pero antes reciben el producto como pargo a 70 la libra, pero ellos lo revenden al acopiador en 73 córdobas. En el ¾ que es el pescado menor a la libra, ella lo coloca a 45 y el pescador lo vende a 42 córdobas.

“Fui profesora de preescolar por diez años, posteriormente trabajé en la empresa Timón Dorado con dos hijos, ahora soy panera, comencé con dinero propio, pero después recibí el Usura Cero y estamos trabajando gracias a Dios. Ejercemos una labor importante, porque contribuimos y compramos bastante pescado”, dice Mojica Palacios que este viernes invirtió unos 3 mil córdobas, pero ganó 750 dado que el principal producto, que es el pargo no salió mucho.

Un ejemplo de superación es doña Ena Mojica, con casi 20 años de estar vinculada a la comercialización de la pesca, fue panera, hoy día es propietaria de dos pangas, tiene sus motores y le trabajan 10 pescadores, cinco en cada nave.

Cuenta que gracias a esa labor de panera, fue logrando ahorros por varios años, que le permitieron adquirir las pangas, los motores y demás instrumentos para hacerse a la mar.

paneras

“Inpesca nos ha brindado la exoneración de nuestras herramientas de trabajo, eso es muy importante, una gran cosa, porque lo que me ahorro por las exoneraciones, lo invirtió en el mantenimiento de la panga, los motores y lo que me produce la panga es para mi familia”, dice.

Relata que comenzó con una “panita” a vender pescado de casa en casa en Diriamba. “Comencé como panera, pero cuando fui teniendo ganancias fue ahorrando y me ofrecieron un préstamo en el Banco, ahí ya comencé a darle vuelta a mis ganancias y así salí adelante”, relata Mojica.

El pescador Gerardo Peña, con 30 años de meterse al mar, confiesa que las paneras son importantes “porque muchas veces pagan un poco mejor el pescado”.

Cuenta que hace un par de meses los acopiadores estaban pagando el jurel a 4 córdobas por libra, mientras las paneras el jurel entero por libra pagaban hasta 40 córdobas.

“A las paneras la miramos como muy importante porque nos agarra todo el pescadito que no quiere el acopio y más importante el apoyo que les brinda el gobierno con Usura Cero, de tal manera que cuando ellas no tienen fondos, acuden al crédito y eso les permite seguir trabajando”, afirma Peña.

paneras

Acopios también reciben respaldo

La actividad pesquera es muy importante tanto nacionalmente, como para la exportación, para incentivar el sector e incrementar la producción, el gobierno.

También el Instituto Nicaragüense de la Pesca y Acuicultura (Inpesca) trabaja con los propietarios de los acopios, quienes por medio de ley gozan de la exoneración del 15 % del IVA y del ISC en la compra de artículos para ejercer la labor, como gasolina, repuestos, motores, pangas, carnada, herramientas para la pesca, entre otros.

Henry Navarro, de la Dirección de Pesca Artesanal de Inpesca, en un tiempo de 3 meses logró atender a un poco más 110 pescadores, cifra que sigue aumentando. Un pescador para poder acceder a las exoneraciones deben presentar el historial de zarpe, la matricula de su embarcación y carnet de pescador. Deben participar de las capacitaciones brindadas por Inpesca.

paneras

“Tenemos muchos casos que han comenzando recibiendo estos beneficios y se ha visto el impacto de estas exoneraciones, por ejemplo una protagonista que tenia 8 embarcaciones y tras un año de recibir las exoneraciones, ya tiene 15 embarcaciones, el ahorro del impuesto le ha servido para amortizar sus gastos fijos”, cuenta Navarro.

La relación entre los pescadores y acopiadores, se resume en que el acopio vende gasolina, la carnada y regalan el hielo, con el acuerdo que el producto que sale del mar va directo al dueño del acopio. El pescado que no compre el acopiador es vendido a las paneras.

Los principales especies que se comercializan en Casares, es el pargo, atún, gurrión, barracuda, entre otras.

paneras

paneras

paneras

paneras