La vida no es fácil, se trata de proponerse metas, vencer desafíos y perseguir sueños, de todo esto tiene la vida de Ronald Corea Latino, un joven que está logrando todo lo que se propone, gracias a las carreras y cursos técnicos que promueve el Tecnológico Nacional (INATEC) y que está cambiando la vida de muchos jóvenes y adultos.
La historia de Ronald es una de muchas que se escriben y se forman dentro de las aulas de clase del Tecnológico Nacional que ofrece más de 56 carreras técnicas y más de 300 cursos de capacitación para fortalecer conocimientos para la vida y para desarrollar nuestro país.
Ronald estudió la carrera Técnico Especialista en Atención al Cliente y Recepción Hotelera en el Centro Tecnológico de Masaya. Es de origen muy humilde, estudió primaria y secundaria al tiempo que ayudaba a su mamá a vender fresco en el mercado municipal.
Pero esas dificultades en su vida lejos de desmotivarse, lo impulsaron a estudiar inglés mientras estudiaba secundaria, una vez que se bachilleró optó por una carrera universitaria, pero no clasificó y es ahí donde comienza a conocer de las carreras técnicas y aprovechó la apertura del Centro Tecnológico, indagó de las carreras y se inscribió en la ya arriba citada.
"Estoy cumpliendo mi sueño de ser un profesional y de aportar a mi familia y al país", reflexionó Ronald, que al graduarse en atención al cliente, hizo sus prácticas en el Hotel Escuela Luxemburgo que es parte del Tecnológico Nacional.
Perseverar, enfocarse y darlo todo
"Desde que entré en secundaria me enfoque en estudiar el inglés porque yo creo que aprender otro idioma siempre ayuda, cuando me bachilleré pensé estudiar la licenciatura en inglés pero por circunstancias de la vida no pude y después de un año comencé a estudiar el técnico en Recepción Hotelera, me decidí por esta carrera porque lleva el enfoque del inglés y porque pienso un día dar clases de inglés", cuenta Ronald, que gracias a su buen carisma, sus ganas de aprender y cumplir con sus funciones, logró ser contratado.
Además de trabajar en la recepción del Hotel Pacaya, Ronald también hace otras funciones laborales, el joven es un trabajador multifuncional, lo que le hace ser un ejemplo para sus compañeros de trabajo.
Ronald recibe llamadas, toma las reservaciones, puede conversar con los clientes y eso le ha ayudado a mejorar su inglés.
Ronald está casado y tiene una hija de 2 años, eso lo motivó más a superarse para tener un trabajo estable y suplir las necesidades de su familia.
Considera que el Hotel Pacaya Lodge y el estudiar en el Tecnológico Nacional, es lo mejor que le ha pasado, porque a partir de eso su vida dio un giro de 180 grados para bien.
“No tenía los recursos para estudiar en una universidad y estuve en que si no estudiaba o si estudiaba, fue entonces que tomé la decisión de dejar el antiguo trabajo que tenía y me dedique a estudiar de lunes a viernes y me decidí a estudiar en el INATEC porque es gratuito, nos brindaron todo el material didáctico mientras estuve ahí completamente gratis y solo costeaba mi pasaje”, relató.
Ronald estudió por un año, hizo sus prácticas profesionales y cuando el Hotel Pacaya buscaba una persona para el área de recepción, aplicó, hizo las pruebas y fue contratado.
“Gracias a Dios entré a pesar que no tenía mucha experiencia, la única que tenía fue cuando estudiaba tuve la oportunidad de participar en concursos nacionales de inglés y las prácticas de la Escuela Luxemburgo donde tuve la oportunidad de aprender sobre la atención en recepción y ahora estoy aquí implementando todo lo que aprendí en el INATEC”.
Este joven dice estar muy agradecido con Dios, con el Gobierno Sandinista por brindar las oportunidades a los jóvenes de estudiar las carreras técnicas y ahora estar trabajando.
“Uno de los primeros requisitos que me pidieron fue que tuviera una carrera afín al área de recepción y fue muy bien porque yo me gradué de la carrera técnico especialista en Atención al Cliente y Recepción Hotelera, esa fue la brecha que abrió esa puerta para poder entrar en este hotel”.
Los sueños y un mundo de posibilidades
Para Ronald las carreras técnicas que brinda el Tecnológico Nacional son una gran oportunidad para aquellos jóvenes que no tienen recursos para costear una licenciatura o ingeniería universitaria, entonces “están esas opciones que tenemos los jóvenes sobre todo aquellos que ya tenemos familia y requerimos de un empleo para afrontar la vida o de aquellos que tienen padres que no cuentan con recursos económicos y en INATEC tienen la oportunidad de aprender todo lo necesario para ingresar al mundo laboral”.
“Para mi las carreras del INATEC son una gran oportunidad y creo que este gobierno se está enfocando bastante en la juventud y eso es algo muy bueno, porque nos brindan la oportunidad de poder estudiar, yo tuve esa oportunidad, la aproveché, me enfoqué y llegue hasta al final y ya estoy laborando en un hotel 5 estrellas”, señaló.
La administradora del Hotel Pacaya Lodge, Judith López comentó que Ronald y sus ganas de aprender lo están llevando a lograr sus metas.
“Ronald desde que vino entró con muchas ganas de superarse, aplicó al puesto y actualmente es parte de nuestro equipo".
Reynaldo Trejos Diaz, Subdirector Técnico del Tecnológico Masaya, manifestó que hay muchos jóvenes con grandes sueños y que entran a diferentes entidades turísticas o de otro rubro económico muy entusiasmados a hacer sus prácticas profesionales, una gran mayoría logra ser contratado, lo que habla muy bien de la enseñanza de calidad que reciben.
“Tenemos muchos jóvenes que se interesan al perfil del turismo, tenemos a partir de los 14 años hacia adelante, la demanda ha aumentado en el sector de hotelería y turismo, los jóvenes están interesados porque además todas las carreras y cursos son gratuitos, se les proporciona todo su material didactico”, señaló Trejos.
La historia de Ronald es parecida a la de muchos jóvenes que van derribando barreras y desafíos, acompañados por un Gobierno Sandinista que a través de sus instituciones da el apoyo necesario para cumplir sus sueños y a partir de eso tener un mundo de posibilidades para crecer profesionalmente y espiritualmente.