Centenares de nicaragüenses despidieron las vacaciones patrias en los diferentes balnearios del Pacífico, siendo uno de los más visitados Pochomil.
En esta playa nunca falta la música y los conjuntos que ofrecen tres o cuatro temas a ritmo de marimba y tambores.
Ángel Pérez, del restaurante Cangrejito, contó que a pesar de la pandemia la población acudió a disfrutar del mar y la arena.
"Tenemos pescados, cócteles, sopas, pollo, carne. Tenemos una capacidad para dos mil visitantes, ya que ofrecemos el servicio de restaurante y hostal para matrimonio, familia de tres, cuatro y ocho personas", dijo Ángel.
Los precios de las habitaciones oscilan entre 25 a 60 dólares la noche.
En el caso de los alimentos, los precios van de 250 a 380 córdobas en mariscos, sopas y carnes.
"Siempre mantenemos las medidas de higiene para brindar protección y calidad a los visitantes. Desde que viene el cliente le ofrecemos alcohol y además tenemos instalados lavamanos", aseguró Ángel.
El restaurante y hostal El Cangrejito ha hecho una importante inversión en los últimos meses para dar un mejor servicio a la población al ampliar el segundo piso y ofreciendo salón de eventos y más habitaciones.
Desde Tipitapa visitó este paraíso la familia Chávez.
"Gracias a Dios todos estamos bien disfrutando en familia de un delicioso pescado, unas bebidas y siempre manteniendo los cuidados", dijo Aurelio Chávez, quien llegó junto a su esposa y dos hijas.
"Pochomil es de mis playas preferidas porque está cerca de la capital, tiene pescados frescos, buenos precios, música y nos podemos venir a quitar el calor", comentó Rosa González.
, agregó Antonia Calero.
En Pochomil puede aprovechar para montar a caballo. El recorrido de quince minutos cuesta 50 córdobas y si lo desea puede ser guiado por un acompañante.
También puede alquilar cuadraciclos a un precio de 50 córdobas la vuelta o 300 córdobas la media hora. En estas motos alcanzan dos personas y un niño.
Si algo caracteriza a los nicaragüenses es el trabajo por cuenta propia. En Pochomil es común ver a vendedores ambulantes ofreciendo artesanías, juguetes de playa, ceviches, dulces, helados y el infaltable raspado.