Es necesario tomar en cuenta que cuando el imperialismo, el poscolonialismo (estructuras que creen que les pertenecemos) ataca, es porque los revolucionarios estamos haciendo las cosas bien.
En estos últimos meses, desde el intento de golpe de estado de abril, en Nicaragua ha quedado en evidencia que los herederos de las élites que históricamente detentaron el poder siguen comportándose como lo hicieran sus antepasados.
Hay mentiras de mecha corta que rápidamente se detectan como un catarro o un embarazo, pero hay otras que tardan un poco más, pero al final el efecto es el mismo porque la verdad termina saliendo siempre a flote.
La cultura de paz y reconciliación entre todos los nicaraguenses la vienen practicando el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta de Nicaragua Rosario Murillo, desde hace más de 10 años