El buen gobierno, interesado por los mimados de la revolución que tienen parálisis cerebral infantil de la ciudad de Masaya, entrego a través del programa Todos con voz, sillas de ruedas y equipos de crecimiento.
Joaquín Escoto, coordinador nacional de programa Todos con Voz, dijo que “se está haciendo entrega de sillas de ruedas especiales y cochecitos especiales, a niños y niñas con parálisis cerebrales infantil. Estos cochecitos y sillas son con medida especiales dependiendo de la edad del niño peso y la dificultad que tenga”.
Escoto también expresó que los medios que se entregan a los niños son fabricados por personas con discapacidad auditiva.
“Las sillas de ruedas están hechas para que duren 5 años, pero obvio, eso va a estar en dependencia del cuido que le de el familiar. Por eso, la entrega va acompañada por una capacitación al familiar sobre el cuido y mantenimiento a la silla de ruedas”, subrayó.
Los diez niños y niñas de Masaya son parte de los 120 medios auxiliares especializados entre coches, sillas de ruedas y andariveles que se entregaron en la cuarta región.
Verónica de Los Ángeles Pavón, de la comarca de quebrada honda de las zonas rural del municipio de Masaya dio gracias a Dios y al Gobierno. “Hoy ha sido beneficiada mi hija en gran manera. Antes se me hacía difícil porque yo trabajo, mi suegra y mi mamá me la cuidan y a ellas se les dificultaba porque tienen problemas en la columna, y era difícil el cuidado de ella. Ahora va a ser de felicidad para mi hija porque a ella le gusta salir”.
Javier Arias Rodríguez dijo sentir “un gran gozo, alegría, por haber adquirido esta silla. Le agradezco al comandante porque pienso que él está haciendo algo grande por las familias que lo necesitan. Para mí era imposible adquirirlo. De esta manera mi hija va a tener una mejor vida.”
Jennifer Navarro entre lágrimas agradeció al gobierno por entregarle este medio a su hija: “Le cambia a mi hija completamente (la vida) porque ella no tenía un lugar apropiado para estar. Yo le quiero dar gracias por la oportunidad que les dieron. Me parece muy bueno y le quiero agradecer al comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo por la oportunidad. A como les repito, yo la tenía a ella amarrada en (una) silla mecedora y era incómoda para ella porque no era adecuada. Ahora puede comer cómoda y salir a pasear”, dijo.