La gesta heroica de Pancasán el 27 de agosto de 1967, fue el inicio de una nueva etapa en el FSLN, que asumió la decisión de continuar la lucha contra la dictadura somocista de manera frontal, hasta llegar a la insurrección del pueblo en armas, conducida por el FSLN como vanguardia.

Quizás muchos hemos cantado o tarareado aquella canción que dice: Hay un clamor que viene de la montaña/ hay clamor que se oye al amanecer/ que dice así: Revolución, Revolución… Un tema que nos pone la carne de gallina porque recoge una historia que forma parte de nuestra riqueza heroica, una de las gestas acontecida en este pueblo que sabe luchas y de honor.

El profundo significado de la gesta de Pancasán en el proceso revolucionario nicaragüense fue sintetizado magistralmente en la poesía-canción del poeta costeño David McFields, “Pancasán”.

En Pancasán (Panka-danto; Asang-Monte: Monte del Danto, en lengua Sumu), cayeron los héroes sandinistas Silvio Mayorga Delgado (Nagarote), comandante de la columna; Rigoberto Cruz, más conocido como “Pablo Úbeda”; Francisco Moreno (Managua), Otto Casco, Fausto García, Carlos Reyna (Managua), Ernesto Fernández (Masaya), Óscar Danilo Rosales, Carlos Tinoco (Corinto), Nicolás Sánchez, entre otros extraordinarios combatientes. Los sobrevivientes se replegaron a la profundidad de las montañas, para continuar luchando.

En enero de 1968 se ratificó como jefe militar y político del FSLN al Comandante Carlos Fonseca. Después de la experiencia del foco guerrillero, se llegó a la estrategia insurreccional, que se caracterizó por combinar las acciones militares con la sublevación de las masas. Otro momento decisivo fue la toma del Palacio Nacional el 22 de agosto de 1978, que incentivó la insurrección de la población, que conducida por el FSLN, derrotó política y militarmente al somocismo el 19 de julio de 1979.

Barricada publicó un escrito que invita a comprender cuál fue el significado profundo de la gesta de Pancasán, en el proceso revolucionario nicaragüense y en la historia del FSLN.

Así comenzó todo

La historia inicia con la guerrilla de El Chaparral, en 1959, que conectó la lucha libertaria del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional del General de Hombres y Mujeres Libres Augusto C. Sandino, con la lucha armada del Frente Sandinista de Liberación Nacional. El FSLN fue fundado en 1961 como organización político-militar, siendo sus fundadores el Coronel Santos López, Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga, Faustino Ruiz, Jorge Navarro, Francisco Buitrago, José Benito Escobar, Tomás Borge, Germán Pomares Ordóñez y Rigoberto Cruz “Pablo Úbeda”.

En estos primeros años, el FSLN trabajó arduamente en la preparación política y militar de sus cuadros en la ciudad y en el campo. Posteriormente realizó acciones de recuperación económica para financiar la organización.

Su primera acción guerrillera, en 1961, tuvo como escenario la profundidad de la zona montañosa del norteño departamento de Jinotega, en la zona de Raití y Bocay, en el Alto Wangki, habitada mayoritariamente por indígenas miskitu y mayangna. La guerrilla fue cercada por la Guardia Nacional de Somoza y el Ejército de Honduras, que en una acción combinada derrotaron a la guerrilla.

Esta primera derrota fue analizada por el FSLN y los aprendizajes fueron utilizados para mejorar la capacidad combativa. La organización se reestructuró y se enfatizó la organización de campesinos, obreros, intelectuales, estudiantes.

En 1967, la Dirección Nacional del FSLN trasladó sus principales cuadros a las montañas de Matagalpa, en el centro del país, para abrir un foco guerrillero; allí permanecieron cerca de un año. A la cabeza del grupo guerrillero iban Carlos Fonseca, Óscar Turcios, Silvio Mayorga, Tomás Borge y Gladys Báez. En la ciudad, quedaron como responsables de la guerrilla urbana Daniel Ortega y Doris Tijerino.

La región de Matagalpa donde se asentó la guerrilla sandinista fue descrita por Carlos Fonseca, como una región ganadera y cafetalera. Ganadería extensiva con técnicas muy primitivas, donde los campesinos no trabajaban más de tres meses al año, durante la recolección de café y el resto del año mataban el hambre con maíz con sal. Así percibió el Comandante Carlos Fonseca la realidad campesina de la década de los años 60 del siglo pasado, la realidad que el FSLN se comprometió a cambiar.

En términos estratégicos, se pasó de las incursiones por las zonas fronterizas, como fue el caso del Chaparral, al establecimiento de un “foco insurgente” en territorio nicaragüense, que se basaba en la teoría de que un grupo de revolucionarios unidos en pensamiento y acción, con un programa de liberación, podía con sus actos movilizar a la mayoría de un pueblo, para derrotar una dictadura.

A las montañas de Matagalpa, los guerrilleros llegaron como misioneros, enseñaban a leer y escribir a los campesinos, despertaban conciencia sobre la injusticia y sembraban la esperanza de transformar a Nicaragua. Les hablaban de que al triunfar la revolución se eliminaría la genocida Guardia Nacional, que se repartirían las tierras entre el campesinado, se construirían viviendas, habría justicia, educación y salud para todos.

Los guerrilleros se ubicaron en tres zonas: Quiragüe, donde estuvo Carlos Fonseca, comarca El Bijagüe y Pancasán. En ese entonces, estos lugares eran boscosos, con ríos caudalosos, habitados por una población campesina empobrecida. Muchos de los campesinos se convirtieron en colaboradores y guías, pero también había jueces de mesta, y estos denunciaron la presencia de la guerrilla a la Guardia Nacional.

El 6 de agosto, se combatió en la comarca El Bijagüe contra un grupo de jueces de mesta que antes habían descubierto unos buzones y dieron parte a la Guardia Nacional, que llegó prontamente y desató una sangrienta represión al capturar, torturar y asesinar a más de diez campesinos, entre ellos el mensajero sandinista Armando Flores.

Una de las tres fuerzas, la de Pancasán, fue detectada y el 27 de agosto por la mañana la Guardia Nacional se internó en la montaña para eliminar el foco guerrillero, copando todas las entradas y salidas.

El 27 de agosto de 1967, hace 52 años, cayeron en combate Silvio Mayorga y Rigoberto Cruz “Pablo Úbeda”, de la Dirección Nacional, así como Francisco Moreno, Otto Casco, Fausto García, Oscar Danilo Rosales, Nicolás Sánchez, Carlos Reyna, Ernesto Fernández, Carlos Tinoco, entre otros extraordinarios combatientes.

Transcribimos esta memorable canción testimonial que fue cantada por la juventud revolucionaria de América Latina y que sigue vigente como homenaje a los campesinos y guerrilleros que ofrendaron sus vidas para mantener viva la esperanza.

Pancasán

Hay un clamor que viene de la montaña

hay clamor que se oye al amanecer

que dice así: Revolución, Revolución,

 

En Pancasán la brisa te está llamando

y en la ciudad ya viene quebrando el sol,

que dice así: Revolución, Revolución,

 

El general tendrá que irse acostumbrando

para saber de dónde le viene el son,

que dice así: Revolución, Revolución,

 

Se acerca ya, la hora de irnos cobrando

tanto dolor y crímenes sin razón

que viene ya quebrando el sol

que dice así: Revolución, Revolución,

que dice así: Revolución, Revolución, ay, Revolución…

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