La vida en municipios del sector minero como Prinzapolka, Mulukukú y Paiwas transcurre con normalidad. Muchas personas recibiendo servicios de salud, colegios con aulas llenas de alumnos y el transporte terrestre y aéreo funcionando al cien por ciento.
Mercados llenos de compradores y de comerciantes llevando el pan de cada día para sus familias, calles llenas de personas visitando amigos o simplemente trasladándose de un lado a otro.
El pueblo minero demuestra una vez más su voluntad de trabajar en paz y tranquilidad.