En el día de la Virgen de Fátima hoy 13 de mayo, el Cardenal Leopoldo Brenes ofició la Santa Eucaristía en la parroquia que lleva el nombre de la Santísima, una celebración importante para la Iglesia y el templo del cual es su Santa Patrona.

Señaló que "esta festividad viene en un momento difícil que vivimos, pero su actitud maternal nos anima a orar por la paz y a través del Santo Rosario".

Dijo que el rezar el Santo Rosario es la fuerza de los cristianos, en este momento que da la impresión que no hay salida, pero la Santísima Virgen de Fátima indicará el camino, así como lo hizo en las Bodas de Canaan al encuentro de Jesús.

Brenes mencionó que este momento que vivimos los nicaragüenses lleva a actuar como niños cuando se caen, que lo primero que hacen es llamar a mamá, en ese sentido hoy por hoy se debe llamar a nuestra Madre con el grito de auxilio y de seguridad y después extender las manos para sostenerse con fuerza para poder levantarse.

En oración

Más de 100 parroquias de la Arquidiócesis están en una jornada de oración, por lo que "hoy es un día crucial para elevar nuestras oraciones a ella, quien hace 101 años nos invitó ante la situación de guerra y violencia que había en ese momento a orar por la paz, pero una paz que comienza en el corazón de cada uno de nosotros, sin excepción alguna, desde la persona con más alto rango como pueden ser los gobernantes hasta el más niño", reiteró.

Su Eminencia refirió que la Virgen María tiene un corazón grande que no dejó que se filtrara el odio y rencor al pie de la cruz viendo a su hijo en agonía.

"Ella nos invita a orar y la oración es en verdad la fuerza de todos nosotros", añadió. 

"Hoy es el momento para ir a ella y recibir esas líneas que es la postura que hay que tomar en este momento, desde una perspectiva de amor, sin odio, sin rencor", agregó.

A la vez, expresó que Nuestra Madre nos ha dado esa arma que el Papa ha dicho: el Santo Rosario. Por eso cómo no asumir ese compromiso ante ella y “a través del Rosario pedirle en este momento difícil para que ella nos lleve a su hijo y Él dé las pautas para que desaparezca toda violencia, venga de donde venga".

Al finalizar, el Cardenal rezó el Santo Rosario junto con los fieles católicos por la paz en Nicaragua y luego lo colocó entre las manos de la Virgen.

Asimismo, pidió oración por todos los obispos de la Conferencia Episcopal, ya que ha sabido de críticas de unos y otros, a lo que no hay que hacer caso, porque los obispos están muy unidos en la espiritualidad.

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