La suma de esas ventas con las exportaciones aduaneras totalizó un monto próximo a los cinco mil millones de dólares, notificó el general en retiro Álvaro Baltodano, presidente ejecutivo de la Corporación de Zonas Francas.

A juicio del experto, ambas actividades ilustran el buen desempeño del país bajo la administración del presidente Daniel Ortega, cuando hace apenas seis años el estancamiento económico y la precariedad en redistribución de las riquezas marcaban el rumbo nacional.

En las condiciones de una economía pequeña y con rezagos acumulados, los mayores ingresos por exportaciones y el auge de las inversiones extranjeras directas confirman la validez de la política del Ejecutivo de concertar esfuerzos con la empresa privada y los trabajadores, opinó.

Según Baltodano, la entrada de capitales externos con vistas al fomento de actividades productivas llegó a unos mil millones de dólares en 2012 y para este año se espera sobrepasar esa cifra, teniendo en cuenta los proyectos en cartera.

Al decir del especialista, la incidencia de las mejoras macroeconómicas en la reducción de la pobreza y la generación de empleos constituyen saldos distintivos de las políticas impulsadas por la administración.

En zonas francas, ilustró, hay actualmente 103 mil puestos de trabajo, siete mil de ellos creados en 2012 y la meta para este año es incorporar otras 10 mil plazas, con proyecciones de llegar a 150 mil al cierre del próximo cuatrienio.

Entre los negocios en ascenso distinguió la rama textil, lo que incluirá en 2013 la inauguración de la primera planta para producir tejido de punto, cuando el país aumenta progresivamente sus resultados y logra ubicarse en la oncena posición internacional en cuanto a exportación de confecciones.

No obstante, el también representante de la agencia promotora de inversiones, ProNicaragua, reconoció que los operarios de zonas francas en Nicaragua devengan los salarios nominales más bajos de Centroamérica.

Pero llamó a tener en cuenta que los ingresos reales resultan superiores al analizar los beneficios por subsidios estatales a la tarifa eléctrica y el transporte público, así  como las prestaciones de seguridad social y el acceso a servicios gratuitos de educación y salud.

Encuestas practicadas en zonas francas verificaron que el 86 por ciento de los trabajadores siente satisfacción, aunque no están resueltos todos sus reclamos, entre ellos la tenencia de viviendas con condiciones adecuadas, señaló el funcionario.

También Baltodano reconoció la necesidad de continuar reduciendo históricas asimetrías socio-económicas en dos regiones caribeñas del país, mientras analizó como retos comunes el aumento de la productividad del trabajo y el desarrollo de la industrialización.