No es una coincidencia sino algo de la providencia, que esa proclama que se inició hace muchos años en el seno de las iglesias pentecostales y posteriormente en otras iglesias, hoy sea el lema del 2013 y esté en lo más alto de nuestras ciudades, en las instituciones de gobierno, en las plazas, caminos y carreteras no como una consigna, o un eslogan, sino como una afirmación de fe que en tres palabras encierra el alfa y omega de un pueblo cristiano, socialista y solidario que levanta su voz para reconocer el caminar de Dios junto a su pueblo y proclamar que somos y estamos Bendecidos, Prosperados y en Victorias.
BENDECIDOS:
Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias, El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca, El que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia ( Salmos 103: 2-6)
Como la bendición del padre hacia los hijos (Génesis 27: 38), la bendición de Dios está dirigida a personas, familias y naciones. Cada día nos colma de beneficios y nos sustenta con su mano, para que la primera bendición dada a la raza humana de fructificad, multiplicaos y señoread, se lleve a cabo según el plan de Dios. La promesa de: ¨Yo estaré contigo y te bendeciré¨ (Génesis 26:3) no se agota en un pueblo o generación, sino que la misma alcanza a todos aquellos que en cualquier momento de la historia reconocen a Yahvé como su Dios y lo bendicen.
Nicaragua es un pueblo bendecido por Dios. “Hemos sido llamados para heredar bendición” (1 Pedro 3:9) “él bendice nuestro pan y nuestras aguas” (Génesis 23: 25) somos un país con una riqueza natural, con abundante agua dulce como muy pocos países en el mundo, porque a él le ha placido bendecirnos con abundancia. Nos ha bendecido con toda bendición, ha bendecido el trabajo de nuestras manos, al artesano, al agricultor, al constructor, a los del campo y a los de la ciudad. Es por ello que debemos de ser siempre agradecidos con Dios, no olvidarnos de sus beneficios y bendecir al Señor en todo tiempo con nuestras fuerzas, con nuestro entendimiento, con nuestro corazón. “Porque por la bendición de los rectos la ciudad será bendecida y por el actuar en verdad vendrá mucha bendición” (Proverbios 11: 11, 28: 20) Él ha prometido derramar bendiciones sobre nosotros hasta que sobreabunde y seamos de bendición para otros pueblos.
PROSPERADOS:
Ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra¨ (Génesis 26: 22) Es la voluntad de Dios que la prosperidad llegue a nuestras vidas, a nuestros hogares y a toda nuestra nación. Para lograr consolidar esa prosperidad se requiere de un buen gobierno, que con equidad distribuya las riquezas, que impulse programas sociales como los que hoy se están implementando, pero también es fundamental e indispensable que el pueblo no se aparte de los preceptos y principios de la gracia de Dios, para que sea prosperado en todas las cosas que emprenda (Josué 1: 7), que con justicia tratemos al prójimo, al huérfano y a la viuda, para que todo lo que hagamos prospere (Salmos 1: 3), que los nicaragüenses tengamos una alma generosa y diligente, para ser prosperados. “Porque el que acapara el pueblo lo maldecirá, pero bendición y prosperidad vendrá sobre aquel que lo reparte”. (Proverbios 11: 25. 26) “y que según haya prosperado, aparte algo para compartirlo” ( 1 Corintios 16: 2)
La prosperidad entonces no es fruto de una obra de magia, la misma es el resultado de la integración y ejecución de acciones y planes donde la vocación de servicio sea el común denominador, donde la generación de riquezas no sea para el beneficio de unos pocos en detrimento de las mayorías. La prosperidad requiere por lo tanto de la participación colectiva, que con gratitud se comparta y con diligencia se trabaje. La prosperidad nunca llegara al perezoso, aquel que se cruza de brazos y espera que el gobierno u otros le resuelvan todos sus problemas. Dios hace prosperar las obras de nuestras manos y hace que la semilla sembrada germine y de frutos al ciento por uno.
EN VICTORIAS:
Estar en victoria es el resultado de estar bendecidos y prosperados. Un pueblo que goza de la gracia y de las bendiciones de Dios es un pueblo que está en victoria permanente. Como el salmista debemos de reconocer que “Dios es el que da la victoria a los pueblos” (Salmos 144: 10) El país puede tener los mejores estrategas en la implementaciones de programas, o como dice el proverbista: “podemos tener los mejores caballos para la batalla más Jehová es el que nos da la victoria” (Proverbios 21: 31) Ese reconocimiento, esa aceptación es de vital importancia. Es reconocer la gracia de Dios en nuestras vidas, pueblo y nación, es darle a Dios la preeminencia en todo, es aceptar que cada una de nosotros somos instrumentos en las manos de Dios para llevar acabo su misión en esta Nicaragua amada y bendecida por el Altísimo.
No hay duda que las victorias alcanzadas hasta el día de hoy y las que deben de asegurarse en el futuro entre otras cosas tienen como sustento el saber escuchar al pueblo, el nutrirse de sabios consejos. “Porque en la multitud de consejeros está la victoria” (Proverbios24:6).
Dios nuestro Señor pondrá en alto a los que lo reconocen y lo bendicen, el hará producir nuestros campos con abundancia, nuestros ríos y mares produciendo alimentos y diversas riquezas, nuestros bosques reforestándose, nuestros animales multiplicándose. Las pestilencias y enfermedades que se alejen de nuestro territorio. Que bendigamos a Dios en todo tiempo. Que en este año 2013 el Dios Yahvé continúe derramando sus bendiciones sobre Nicaragua, haga resplandecer su rostro sobre nosotros y ponga paz en cada vida. BENDECIDOS, PROSPERADOS Y EN VICTORIAS.
Rvdo. Miguel Ángel Casco González
Presidente de la Coordinadora Evangélica/CEPRES