Con la instalación de 180 puntos de medición de CO2 en las aguas de la Laguna de Xiloá, las expertas del Centro de Volcanología de Islas Canarias, iniciaron su trabajo de actualización de datos acerca del comportamiento del espejo de agua de origen cratérico, el cual se ubica en la península de Chiltepe.

Para tal actividad, las especialistas hacen uso de una cámara de acumulación conectada a un equipo de flujo, el cual mide los niveles de CO2 existentes en el agua.

Mark Alonso, vulcanóloga encargada, destacó que “con el equipo nos damos cuenta de los niveles de Dióxido de Carbono presentes en la laguna y este año queremos ver la evolución que ha tenido con relación al año pasado. De forma anual estamos llevando a cabo estos análisis los cuales determinan si el comportamiento está más activo o en reposo”.

La especialista, señaló que es de vital importancia para un país estar en constante monitoreo de las lagunas de origen volcánico.

“La laguna no deja de ser un cráter y ella expulsa mucho CO2 al ambiente, por ello es importante el monitoreo, de momento no está muy activo, pero de incrementar los niveles de CO2, esto podría ser un indicador de una pronta actividad del cráter”, advirtió.

Al igual que la Laguna de Xiloá, las especialistas han visitado los volcanes de Masaya y el Volcán Cerro Negro, de tal manera que la actividad volcánica del país esté en constante supervisión y de esa manera estar alertas ante posibles eventos naturales.