En el auditorio del Instituto de Medicina Natural y Terapias Complementarias, se vivió una tarde de aprendizajes y enseñanzas que compartieron más de 280 mujeres parteras del departamento de Managua, que fueron reunidas por el Ministerio de Salud.
En el encuentro participaron parteras de los municipios de Ciudad Sandino, Villa El Carmen, San Francisco Libre, Mateare, Tipitapa, Ticuantepe, El Crucero y de Managua, las que en su mayoría participan de la estrategia de Casas Maternas que promueve el Gobierno Sandinista, para preservar la vida de las madres e hijos, en todos los municipios.
“Este es un encuentro donde planificamos hacer un intercambio cultural, de saberes y experiencias; que las parteras de cada municipio puedan contar sus experiencias, que nos cuenten a nosotros y al resto del país, cuáles son sus experiencias en torno a la atención de la mujer durante el embarazo y durante la atención en los partos”, señaló la doctora Gilma Arias, Directora de Docencia del Silais-Managua.
Indicó que el Gobierno Sandinista, a través del Ministerio de Salud y del modelo comunitario, reconoce el aporte de las parteras en el nacimiento de muchos nicaragüenses, sobre todos de aquellos que nacieron en las profundidades de las comunidades rurales.
“Las parteras han existido en Nicaragua desde hace muchos años, pero su trabajo era invisible, atendían y no eran reconocidas por las autoridades, pero esto cambió a partir de la llegada del FSLN, del comandante Daniel Ortega y de la compañera Rosario Murillo, que han visibilizado su labor tan fundamental y el Minsa ahora las reconoce, las capacita y las incluye dentro de los programas de salud”, agregó Arias.
En el encuentro participó doña María Esther López, que con 25 años de experiencia como partera, ha ayudado a venir al mundo, una docena de bebés, a los cuales considera como sus propios hijos.
No pudo ocultar la emoción que le embarga trabajar en las Casas Maternas, lugar que considera una bendición para las mujeres de las comunidades rurales, pues reciben una muy buena atención.
“Yo he tenido experiencias muy bonitas en lugares remotos donde he ido a atender partos. Donde me llaman ahí voy y llego no porque me paguen, sino porque me gusta ayudar a las mujeres. Yo soy cristiana y me anima la voluntad de ayudar, de dar amor, eso es lo principal para ser partera”, dijo María Esther, originaria de la comunidad Oro Verde en Ciudad Sandino y de 64 años de edad.
María Azucena Linarte de Mateare, con 11 años de experiencia, agradeció al Minsa por brindarles la capacitación necesaria, que permite atender a las embarazadas con mayor calidez y calidad.
“Este conocimiento y la sabiduría que Dios nos regala, es un don precioso que tenemos en nuestras manos, como es salvar vidas, traer vidas. Desde muy niña yo quería estudiar enfermería, pero mi mamá nunca pudo prepararme, pero se me dio el privilegio de ser capacitada para ser partera y tome el curso porque me gusta servir a las mujeres, a cuales en seis ocasiones he ayudado a traer un niño al mundo”, explicó Linarte.