Una huelga convocada por seis sindicatos, los principales, afectó este viernes de forma muy notable el transporte urbano en 127 ciudades de toda Francia, con la excepción notable de París.
La protesta se tradujo en el parón de buena parte de las líneas de autobús o de tranvía en ciudades como Marsella, Lyon, Lille, Burdeos, Niza o Perpiñán.
Había sido decidida por los sindicatos CGT, CFDT, FO, UNSA, CFTC y CFE-CGC tras la reunión mantenida el pasado día 16 con la Unión de los Transportes Públicos y Ferroviarios (UTP), por considerar que la patronal se había mostrado "sorda" a sus reivindicaciones, según el llamamiento unitario que lanzaron.
Los sindicatos reclaman, entre otras cosas, una revalorización salarial, la puesta en marcha de un dispositivo de fin de carrera para que los que estén próximos de la jubilación puedan acogerse al trabajo a tiempo parcial con una remuneración bonificada o la instauración de vacaciones en relación con la antigüedad.
La convocatoria coincidió este viernes con la víspera del inicio de las vacaciones escolares de Todos los Santos, lo que complicaba la circulación en una jornada para la que el tráfico se preveía cargado. Alrededor de 50.000 personas trabajan en las empresas del transporte urbano en Francia, si se excluye la RATP, la entidad del transporte metropolitano de París.