Los bomberos franceses lograron controlar el jueves uno de los incendios más agresivos registrados en el país, que ardió durante cuatro días en la costa mediterránea del país y obligó a la evacuación de más de 12.000 personas, informaron las autoridades galas.
Los incendios en Bormes-les-Mimosas, en la región de Var, frenaron su avance el jueves por la mañana gracias a una tregua del viento, pero el cielo seguía cubierto por nubes de humo negro que eran visibles por kilómetros.
"El fuego está contenido", declaró el jueves a los periodistas Frederic Marchi-Leccia, el jefe de bomberos local acerca del incendio de Bormes-les-Mimosas, que obligó a muchos a dormir durante la noche en gimnasios y clubes de vela.
La agencia de protección civil ofrecía cobijo a los desplazados.
Se desplegaron 3.000 bomberos para contener los fuegos desatados el lunes en el sureste de Francia y Córcega, que han consumido 7.000 hectáreas (17.300 acres) de vegetación.
Entretanto, las personas desplazadas están siendo alojadas por la autoridad de protección civil en albergues improvisados.
Stephanie Reiny, una acampante que durmió en el club de vela, se manifestó optimista al ver que los bomberos estaban avanzando frente a las llamas.
"Iré inmediatamente al campamento, con toda seguridad... ya no tengo miedo", dijo Reiny. No se han registrado muertes por el fuego en Francia.
En otras partes de Europa ardían otros incendios.
En Portugal, casi 2.000 bomberos fueron despachados para combatir seis conflagraciones el jueves y aunque se vaticina que las temperaturas bajarán, las autoridades no creen que eso baste para apagar las llamas.
Patricia Gaspar, vocera de la Agencia de Protección Civil de Portugal, dijo que los fuertes vientos y la madera reseca siguen presentando un peligro.
Las áreas más afectadas siguen estando en la región central del país, especialmente alrededor de Serta, a unos 200 kilómetros al noreste de Lisboa.