Con la presencia de cafetaleros de todo el país, representantes del Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio, dieron a conocer la Estrategia para el Desarrollo y Transformación de la Caficultura en Nicaragua, para el periodo 2017-2021.
Miguel Obando, codirector del INTA, señaló que la estrategia define lineamientos para mejorar la productividad sostenible frente a desafíos como el cambio climático, la variabilidad de los precios internacionales y los costos de producción.
Comprende también acciones sobre las variedades y el desarrollo de capacidades técnicas e infraestructura en toda la cadena de valor del café, incluyendo capacitaciones a los pequeños, medianos y grandes productores.
El objetivo de la estrategia es incrementar la producción y mejorar la calidad del café, con la meta de 25 quintales por manzana a nivel general.
Principales lineamientos de estrategia
Para lograr esto, se trabajará en la renovación, rehabilitación y mantenimiento de plantaciones.
Se va atender a los pequeños productores de hasta 5 manzanas con programas especiales para incrementar de 12 a 16 quintales de café arábica; con los medianos y grandes productores se fortalecerá la alianza con el sector privado y gobierno, creando mejores condiciones para la inversión nacional y extranjera. En esta alianza se debe trabajar también con las universidades del país.
Igual se ampliará la capacidad de beneficiado húmedo para pequeños y medianos productores, con el fin de alcanzar los estándares de calidad; y promover la construcción de beneficios secos para café robusta en las zonas donde esta variedad se produce.
Un segundo elemento de la estrategia, es el fomento y desarrollo de la innovación tecnológica, que contempla el mejoramiento genético para la alta calidad y el rendimiento con resistencia a enfermedades en particular la roya.
En las zonas cafetaleras se propone fortalecer los laboratorios para la investigación, cultivo de tejidos, producción de bio-insumos y el manejo integrado de la producción de café.
El tercer elemento de la estrategia está referido al fortalecimiento de capacidades, entre estas fomentar el emprendedurismo, realizar foros cafetaleros, aprovechar los adelantos técnicos científicos, entre otros.
Un cuarto punto es la generación de valor agregado al café; un quinto elemento es la promoción y comercialización del café; y el sexto se relaciona con la calidad fitosanitaria de las plantaciones.
El café nicaragüense tiene mucho potencial para producir café especiales, principalmente en cinco zonas donde se ubican los municipios de Dipilto, Macuelizo, Mozonte, Las Sabanas, San Lucas, Pueblo Nuevo, San Juan Río Coco, Telpaneca, Jinotega y Matagalpa, regiones que suman un promedio de 100 mil manzanas aptas para la producción.
El café en cifras
En Nicaragua existen 44 mil 519 pequeños, medianos y grandes productores, con un área de 207 mil manzanas en las que se busca producir unos 2 millones 773 mil 430 quintales como promedio en cada cosecha.
El 97 % de los cafetaleros son pequeños y medianos productores con menos de 20 manzanas con rendimientos de 12 quintales por manzana. El 3 % son grandes productores que generan unos 50 quintales por manzanas. De la superficie total de plantaciones, un 60% tienen edades mayores a 25 años, por tanto requieren renovación.
Del total producido se exportan unos 2 millones 495 mil quintales y para consumo interno se destinan unos 277 mil 830 quintales.
Este sector genera 300 mil empleos permanentes. El 58 % de la producción se exporta a Estados Unidos, el 25 % a Europa, 3 % a Japón, 2 % a Taiwán y 12 % a otras naciones. El desarrollo de la caficultura ha cambiado con la introducción del café robusta en algunas regiones del Caribe.