Al menos 62 personas murieron y varias decenas resultaron heridas en un deslizamiento de tierra ocurrido el sábado por la noche en un gran vertedero situado a las afueras de Adis Abeba, la capital de Etiopía, según las últimas cifras oficiales.
A medida que los servicios de emergencia siguen excavando entre las toneladas de basura del inmenso vertedero, el número de víctimas mortales, la mayoría mujeres, sigue aumentado y desde anoche se han recuperado otros 16 cuerpos que permanecían sepultados, según fuentes oficiales citadas por los medios locales.
Docenas de personas todavía siguen desaparecidas, mientras que la mayoría de los heridos ya han abandonado los hospitales, salvo los más graves que siguen recibiendo atención médica.
En el momento del deslizamiento, más de 150 personas se encontraban en el vertedero de Repi, el más antiguo de la capital, algunos de ellos rebuscando entre la basura para encontrar algo de valor y otros vivían allí en casas improvisadas, según un comunicado de Amnistía Internacional (AI).
"El Gobierno etíope es responsable de este desastre totalmente evitable. Era consciente de que el vertedero estaba completamente lleno, pero a pesar de eso siguió utilizándolo", denunció hoy el director regional de AI, Muthoni Wanyeki.
La organización también criticó que las autoridades permitieran que cientos de personas vivieran cerca de este basurero, donde muchas personas acuden a diario para recoger basura como medio de vida.
"Estas personas, incluidas muchas mujeres y niños, no tenían otra opción que vivir y trabajar en un ambiente tan peligroso debido al fracaso del Gobierno a la hora de proteger su derecho a una vivienda adecuada y a un trabajo decente", añadió Wanyeki.
En este sentido, AI exigió una investigación para esclarecer las causas de lo sucedido y que se ofrezca a los supervivientes una vivienda digna, ya que sus casas han quedado totalmente enterradas bajo toneladas de residuos.