Son productos que tienen como base en común el grano del maíz, vital en la cadena alimenticia nacional. En Jinotega son tres estos eslabones; el tamal pisque, los buñuelos y la infaltable sopa de queso. Todos ellos se encuentran en el mismo lugar, el Parque de Ferias creado por la municipalidad para que las familias tengan mayor acceso al mismo.
Marilú Rivera, se ha convertido en una de las protagonistas del parque. Ella ha logrado mejorar su economía y a cambio, ofrece sus deliciosos postres tradicionales bajo la marca “Buñuelos Gordonio”, friendo y comiendo.
Un elemento clave de los buñuelos es la deliciosa miel sazonada con pimienta y clavo de olor.
A diario, utiliza un saco de yuca (unas cien libras) con los que hace entre mil y dos mil buñuelos.
“Es un proceso prácticamente sencillo, porque es solo rayar la yuca y el queso va rayado igual. En el mismo rayador voy rayando el queso. Ya después de rayar el queso se incorpora bien con la yuca, se bate”, afirma sobre su preparación.
El negocio de esta mujer emprendedora inició hace ocho años. Su primer punto de venta no fue fructífero, pero luego escuchó el llamado de protagonistas en el Parque de Ferias de Jinotega y decidió participar.
“Le agradezco mucho a la feria porque por medio de la feria yo me di a conocer más y mi gente ya me buscaba y ya comenzaron a darse cuenta que eran los buñuelos que anteriormente yo vendía en el centro, que era donde yo estaba viviendo”, sostiene.
Sopa de queso, tradición heredada
Dania del Carmen Méndez es otra de las protagonistas. Su especialidad es la sopa de queso, una tradición heredada por su abuelita.
Méndez cuenta que el proceso de preparación que dura unas tres horas, comprende nesquizar el maíz, para luego lavarlo llevarlo a moler. Obtenida la masa, se mezcla con cuajada y especias.
Las tortas se preparan fritas y una parte de ellas se destinan a ser parte de la sopa para que sea espesa.
En promedio prepara solo diez tazas, pero resulta un manjar para los pocos afortunados que la saborean.
Este ingreso sin embargo, le ha permitido costear gastos propios del hogar y los referidos a los gastos de colegiatura de sus pequeños.
“Se podría decir que es como una bendición, porque usted sabe que ese dinero se ocupa en la economía de la familia, los niños”, asegura
Tamales Pisque y otras innovaciones
El más innovador de estos productos podría decirse que es el que ofrece doña Vicenta Castro Picado. Se trata de los clásicos tamales pisque, muy demandados en Cuaresma en Jinotega, pero también otras innovaciones como tamales con huevo, con pollo, con chicharrón con frijoles.
Durante los ocho años que tiene su negocio, afirma que ha adquirido buenas ganancias, pero lo más importante, han logrado forjar una clientela amplia.
Según dice, su éxito se basa en una fórmula simple: “Siempre mantener el producto. Si el cliente nos dice: necesitamos, nosotros decimos, ¡sí, estamos! Y mantenernos atentos”.
La calidad sin embargo es otro elemento sin el que lo anterior no sería suficiente. El secreto de los tamales está en evidentemente en su preparación: “Tiene que ser bien nesquizado, no se le debe echar cal, no se debe dejar los tamales con agua, que queden cocidos a vapor”, explica.
Doña Dania además de estar presente en el Parque Municipal de Ferias en Jinotega, también distribuye sus ricos tamales en diversas pulperías de su localidad.