Miles de devotos marianos se convocaron en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de María, en El Viejo, Chinandega, para participar una vez más en la tradicional Lavada de la Plata que se realiza cada 6 de diciembre en honor a la Virgen del Trono, Patrona de Nicaragua.
El Obispo de León, Monseñor Bosco Vivas Robelo, dijo que está celebración es importante porque nos recuerda que a Dios lo tenemos siempre amorosos con nosotros mismos, y si nosotros lo buscamos, él ya está en nuestro corazón.
Vivas también recordó que la Lavada de la Plata es una invitación a purificar nuestro corazón.
"Al venir aquí desde sus lugares, con sacrificio, la mayoría está demostrando una gran confianza en la Madre del Señor. Y yo creo que la Virgen recoge todas estas plegarias y las convierte por ruegos a su Hijo en bendiciones", dijo Monseñor Bosco Vivas.
Entre los asistentes destacaron fieles católicos de Honduras, El Salvador y Guatemala que siempre vienen a rendir homenaje a la Purísima.
Al finalizar la Santa Misa, dio inicio la Lavada de la Plata en un costado de la Basílica. Esta tradición mariana que es única en Nicaragua se ha realizado por casi 400 años.
Doña Estebana Ruiz, es una abuela de 70 años que toda su vida ha asistido a la Lavada de la Plata. "Para mí la Virgencita es mi vida, su amor y sus bendiciones nos mantienen con vida y nos ha hecho muchos milagros", dijo mientras limpiaba con un algodón uno de los tantos objetos de plata que pertenecen a la Patrona de Nicaragua.
Alfonso Arostegui, procedente de León, manifestó que la Lavada de la Plata es una tradición que demuestra el amor a la Virgen María, Patrona de Nicaragua.
"Esta es una tradición que demuestra nuestro amor a la Inmaculada, a la Virgen del Trono. Vengo con mi familia a pedirle bendiciones a nuestra Madre. Ella nos ha hecho muchos milagros con la salud, el trabajo que no nos falta y la unidad de la familia", señaló Arostegui.
"Estamos aquí desde temprano con toda la familia. Esta es una peregrinación de amor a nuestra Madre y cada año viene más gente. Nosotros le pedimos a María que sigamos en Paz y por la familia", manifestó Claudia Vargas.
Doña Esmirna Mejía, otra fiel devota de la Virgen, manifestó que cada año el pueblo rinde honor a María que es la Patrona de Nicaragua. "Todo nuestra familia es mariana, y todos los años celebramos a la Conchita, ella es una madre que nos cuida y nos acerca a Jesús nuestro Señor", comentó Mejía.
Durante la Lavada de la Plata en el atrio de la Basílica las familias pueden disfrutar del refrescante pinolillo y otras delicias de la gastronomía nicaragüense.