A este acto de aniversario del MIGOB también participaron el Presidente de la República Comandante Daniel Ortega Saavedra, la compañera Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, la Ministra de Gobernación Ana Isabel Morales, directores de los organismos que la conforman, miembros del Gabinete de Gobierno Sandinista, trabajadores y representantes de los diferentes Poderes del Estado.
También fueron invitados familiares del Comandante de la Revolución Tomás Borge Martínez, ministro fundador del entonces Ministerio del Interior (hoy MIGOB), entre estos sus hijos y su viuda Marcela Pérez, actual embajadora de Nicaragua en Perú.
“Felicito a la señora Ministro Ana Isabel Morales y a todos los miembros que componen los órganos del Ministerio de Gobernación por la celebración del 33 aniversario de su fundación”, dijo el prelado al comenzar sus palabras.
Aseguró que el Ministerio de Gobernación es un ente muy especial, por estar compuesto por órganos que trabajan constantemente para velar por el Bien Común de todos los ciudadanos, refiriéndose a la Dirección General de Bomberos, Policía Nacional, Sistema Penitenciario y la Dirección de Migración y Extranjería.
“El Bien Común es la expresión concreta de la necesidad que cada uno tiene de todos y de la corresponsabilidad que cada uno en el Bien de los demás. Es digno de admiración el trabajo que realiza la Dirección General de Bomberos, nuestra Policía, el Sistema Penitenciario y Migración y Extranjería “, reconoció su Eminencia.
Agregó que “el Ministerio de Gobernación sirve al Bien Común siendo garante del orden público, dando seguridad a los ciudadanos, previniendo el delito y dando asistencia en caso de desastres. Felicitamos a los funcionarios de este Ministerio y elevamos nuestras oraciones al altísimo para que Dios nuestro señor les continúe regalando a cada uno ese don de servicio que les caracteriza para que sigan trabajando en pro de sus hermanos nicaragüenses”.
En sus oraciones, el Cardenal Miguel Obando y Bravo pidió a Dios que tengamos los mismos sentimientos que Cristo Jesús, quien a pesar de su condición divina no hizo alarde de categoría de Dios, al contrario se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos y así actuando como un hombre cualquiera se rebajó hasta la muerte.
“Danos señor la sabiduría que juzga desde arriba y ve a lo lejos, danos el espíritu que omite lo insignificante a favor de lo esencial, enséñanos a serenarnos frente a la lucha y los obstáculos y a proseguir en la fe, sin agitación el camino trazado por ti, danos una actividad serena que abarque con una misión unitaria la totalidad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor Amen”, concluyó el prelado nicaragüense.