Su intempestiva muerte conmovió  a la familia sandinista, amigos, a la ciudadanía juigalpina y desgarró  de dolor a su esposa, María Teresa Cerda, hijos y familiares, pues supo darse y entregarse a su pueblo en cualquier circunstancia.

Con las banderas a media asta, su féretro permaneció la mañana de ayer en la Alcaldía Municipal y luego en la Casa Sandinista, donde le rindieron guardia de honor. Jóvenes, estudiantes, líderes del Poder Ciudadano y autoridades locales de Gobierno se sumaron a las manifestaciones de dolor ante la irreparable pérdida de un amigo y hermano sandinista.

Asdrúbal, de profesión ingeniero, padecía de problemas cardiacos y una recaída lo mantuvo convaleciente en un hospital capitalino, logrando su recuperación y bajo recomendaciones médicas se incorporó al quehacer de la municipalidad.

“Asdrúbal fue un compañero ejemplar en cuánta tarea le delegó el partido. Siempre estaba atento al buen desarrollo de los proyectos en la Alcaldía. Trabajó fuerte en servicio de la población de Juigalpa”, manifestó el Vice alcalde Benedicto Miranda Cantillano, al momento de darle el último adiós.

Visiblemente condolido el Vice alcalde expresó: “Nuestro hermano nos ha dejado físicamente, pero su ejemplo quedará en nuestros corazones”.

Sus hermanos sandinistas y la población juigalpina guardarán en el recuerdo imperecedero su alegría, su entrega, su vocación de servicio, su humildad, su disposición de cumplir a cualquier costo en tiempos de guerra y de paz, un ejemplar hijo, padre y esposo. Pero ante tu todo, su ejemplo para seguir alcanzando Más Victorias este 4 de Noviembre.