Conscientes de la sobreexposición a la que son sometidos sus equipos con tantos Barça-Madrid, pendientes de mantener el equilibrio de egos en el vestuario y obsesionados con sacar el máximo rendimiento (y dosificar) a sus futbolistas, a Tito Vilanova y José Mourinho no les queda más remedio que estar modificando constantemente su planteamiento.
El técnico portugués, por ejemplo, solo ha repetido una vez once en los diez partidos oficiales que ha disputado su equipo. El entrenador de Bellcaire incluso supera al luso ya que, lastrado por las lesiones, no ha podido repetir el equipo en ningún encuentro.
Con esta premisa, determinar las alineaciones de Barça y Madrid en el clásico se plantea como un trabajo más que complicado. Aun así, lo intentaremos. Lo mejor es empezar por los puestos fijos, los porteros. Valdés y Casillas son indiscutibles y han disputado todos los encuentros. A partir de aquí, comienzan las cábalas.
Con las ausencias de Puyol, Adriano y Piqué (que estaba dispuesto a infiltrarse), Tito apostará probablemente por una zaga con Dani Alves, Song, Mascherano y Jordi Alba. En el centro del campo son fijos Busquets y Xavi. La duda es clara: Cesc y/o Iniesta. El de Arenys se ha ganado la titularidad en los últimos partidos, aprovechando la ausencia del manchego y disfrutando de un nuevo planteamiento táctico que beneficia sus cualidades como llegador.
La 'T' de Tito, o el 'tirachinas' planteado por el técnico azulgrana, permite a Cesc compartir la zona de 'falso nueve' con Messi, moviéndose principalmente en el vértice izquierdo de un cuadrado que completan Xavi, Busquets y el argentino acompañados por dos extremos abiertos. Con este dispositivo, el medio catalán ha marcado tres goles en dos partidos, acabando con la sequía que inició en febrero.
Si Cesc es titular, Iniesta podría jugar de extremo como ya hizo en varias ocasiones con Guardiola. El de Fuentealbilla, sin embargo, no es un futbolista que acostumbre a pegarse a la línea de cal, algo que Vilanova exige a sus extremos. Sus características le convierten en una pieza más del medio campo, yendo hacia el centro para combinar antes que buscar la jugada por la banda. Esto dificultaría la creación de espacios para las incorporaciones de Cesc.
La otra opción es que uno de los dos se quede en el banquillo para salir en la segunda mitad y ayudar a controlar el partido o actuar como revulsivo dependiendo de las necesidades del equipo. La entrada de Iniesta, Cesc o ambos genera distintas posibilidades tácticas en el centro del campo y también en la delentera. Messi es fijo y parece difícil que Tito prescinda de un Pedro que está en un excelente estado de forma. Alexis probablemente entre también en el once para apretar como nueve a los centrales del Madrid o buscar la espalda de los laterales blancos.
Si en el Barça hay muchas variantes posibles, en el Madrid no cambia mucho la cosa. Entre derrotas estruendosas, castigos, suplencias extrañas y demás, Mourinho ha ido modificando su once semana tras semana. "Busco rendimiento", dijo el portugués una vez finalizado el duelo ante el Ajax.
Junto a Casillas, solo Cristiano Ronaldo, Di María y Benzema han participado en los 10 partidos oficiales de esta temporada, aunque no siempre como titulares. En defensa, parece difícil que Mou prescinda de Sergio Ramos, que forma una dupla prácticamente indestructible junto a Pepe, con Arbeloa a un lado y Marcelo al otro. Coentrao lleva cuatro partidos sancionado y dos 'castigado' sin tan siquiera ir convocado, pero nadie se atreve a descartar su aparición por sorpresa en el clásico, como ya hizo en la Supercopa de 2011.
En el medio campo, y pese al fichaje de Luka Modric, el talento de Ozil y la recuperación de Kaká, las apuestas dan por seguro un trivote con Xabi Alonso, Khedira y Essien. Arriba es fijo Cristiano y casi Di María. Benzema parece haberle ganado la partida a Higuaín en las últimas semanas, pero el argentino es un 'killer' muy fiable que puede encontrar espacios entres dos centrales poco habituados al puesto.
El trivote, aun así, parece una apuesta demasiado defensiva para un Real Madrid al que prácticamente solo le vale el triunfo en el Camp Nou. A ocho puntos del Barça, los blancos quedarían muy tocados en caso de derrota y tampoco parece que el empate les valga, dando por supuesto que ninguno de los dos va a perder muchos puntos en lo mucho que quedará de temporada. Pero nadie pensaba tampoco que el Madrid pudiera estar a tanta distancia a estas alturas del campeonato.