La localidad de Villa Nueva, en Guatemala, declaró alerta roja y estado de emergencia por el derrumbe ocurrido la madrugada de este miércoles, y que dejó al menos una decena de muertos.

Además, las autoridades locales decretaron tres días de duelo y solicitar a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) que declare inhabitable un área donde aún viven 30 familias.

Por su parte, la institución del Procurador de los Derechos Humanos (PDH) de Guatemala alertó hoy de que restan por evacuar 99 viviendas, con alrededor de 500 personas.

Así lo manifestó uno de los responsables de la entidad, Francisco Javier Guarén, quien señaló que la PDH se encuentra "altamente preocupada" por el riesgo que siguen corriendo las personas que permanecen en la zona o insisten en acceder a ella para recuperar sus pertenencias.

Por ello, pidieron a las autoridades que realicen las gestiones necesarias para conseguir que estas personas "se retiren" del sector de Santa Isabel 2, en el municipio sureño de Villa Nueva.

Al menos 10 personas, entre ellos dos menores, murieron por el deslizamiento causado por las lluvias en esta colonia del sur de Guatemala, mientras todavía se sigue buscando a otro menor desaparecido.

Las copiosas lluvias causaron el hundimiento de un terreno donde se ubica un predio de vehículos pesados y ello causó que un muro de cemento y un contenedor estacionado en el lugar cayera sobre unas viviendas.

Las autoridades habilitaron una escuela como albergue temporal para trasladar a los damnificados.

El 1 de octubre del año pasado un deslizamiento de tierra causó 280 muertos y 70 desaparecidos en El Cambray II, en el municipio de Santa Catarina Pinula, en el sureste de Guatemala.

Mientras tanto, las autoridades esperan terminar de evacuar en las próximas horas a las últimas familias del asentamiento Jesús de la Buena Esperanza, en la periferia norte de la capital, donde las copiosas lluvias pusieron en riesgo 276 humildes viviendas.

El terreno de ese lugar se inclinó 30 grados y lo recomendable para que sea habitable es de 15, explicó en un comunicado la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

Según los últimos datos oficiales, sin contar la tragedia en Santa Isabel II, la temporada de lluvias iniciada en mayo pasado ha provocado 141 incidentes, 173,685 afectados, 1,466 damnificados, 2,293 evacuados, 903 albergados, 6 heridos y dos muertos, además de daños a más de 2,000 viviendas.

Solo en el área metropolitana de Guatemala hay 232 asentamientos considerados "de riesgo" al estar ubicados en laderas o barrancos y se calcula que en ellos viven unas 300,000 personas.

En todo el territorio guatemalteco la Conred estima que existen unos 800 asentamientos humanos.

Guatemala, según las Naciones Unidas, es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático.