Les W. Field es un reconocido científico norteamericano, director del Departamento de Antropología de la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos.
El Dr. Field es autor del libro “The Grimace of Macho Ratón”, publicado en 1999, considerado uno de los más importantes estudios sobre El Güegüense y los ceramistas de San Juan de Oriente.
El destacado antropólogo, quien ha colaborado con la embajada de Nicaragua en Finlandia en la promoción de la artesanía contemporánea nicaragüense en Europa nórdica (con disertaciones académicas y publicaciones en revistas especializadas), conversó con el embajador nicaragüense en Helsinki, Ricardo Alvarado.
El académico afirma que la cerámica de San Juan de Oriente es “extraordinaria”. Asimismo, opina que la visión del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, “reviste hoy día más importancia que nunca”. A continuación la plática sostenida.
Dr. Field, ¿cómo surgió su interés por El Güegüense y los artesanos nicaragüenses?
En la década de 1970, como estudiante en la Universidad Johns Hopkins (en Baltimore), estudié la historia de los movimientos revolucionarios de América Latina y la teoría marxista. Cuando se dio la Revolución Sandinista, en 1979, supe que la oportunidad de ser testigo presencial de un proceso revolucionario era única y extraordinaria, entonces visité Nicaragua. Durante esa primera visita (enero de 1980), tuve el privilegio de interactuar con un pueblo noble y generoso, la gente más amable que había conocido en mi vida, opinión que todavía mantengo. Todo esto hizo posible mi consiguiente vinculación con los artesanos nicaragüenses.
Es una relación de más de 30 años. ¿Cuántas veces ha estado en Nicaragua?
Como mencioné antes, visité por primera vez Nicaragua apenas seis meses después del triunfo de la Revolución. Entonces me planteé estudiar el proceso revolucionario desde una perspectiva académica, como antropólogo. Me enrolé en la escuela de posgrado de la Universidad Duke (en Carolina del Norte), teniendo en mente la intención de vivir y estudiar en Nicaragua. Regresé al país dos veces en 1982, en julio y agosto, fue cuando ‘descubrí’ San Juan de Oriente. Me acerqué a la cooperativa de ceramistas de la localidad con el deseo de conocer su proceso de trabajo, los nexos laborales entre mujeres y hombres, las relaciones entre los alfareros y, en general, el proceso cultural en la Nicaragua revolucionaria. Un año después, en julio de 1983, acordé con el Ministerio de Cultura el estudio a realizar y, finalmente, retorné al país en enero de 1984, prolongándose mi investigación hasta junio de 1985. Durante esos lapsos de tiempo escribí mi tesis doctoral.
Además, antes de publicar la tesis como libro, regresé nuevamente al país en dos ocasiones (1992 y 1996) para investigar más en San Juan de Oriente y en otros lugares de Masaya y Carazo.
Mi última visita fue en 2006. Fue cuando realicé otra ronda de estudios en San Juan de Oriente, cuyos resultados acompañaron (por medio de conferencias y publicaciones en revistas académicas) el periplo de exhibiciones de cerámica contemporánea nicaragüense, entre 2007 y 2008, por los países nórdicos.
¿Cuál es el foco central de su libro “The Grimace of Macho Ratón: Artisans, Identity and Nation in Late Twentieth Century Western Nicaragua”?
Me tomó casi siete años regresar a Nicaragua (en 1992) después de defender mi tesis doctoral. En esa época se dio la elección de la señora Violeta de Chamorro. Durante ese tiempo, los pueblos originarios de la región del Pacífico de Nicaragua (incluido San Juan de Oriente), comenzaron a organizarse. La intersección entre la identidad, el activismo de la clase artesanal y la dinámica del componente de género dio lugar a un proceso de transformaciones, siendo este el foco central de ‘The Grimace’ (La Mueca).
Tuve la fortuna de hacer amistad con el activista indígena y brillante intelectual Flavio Gamboa, originario de Monimbó, sin el cual el proyecto no se habría desarrollado. Gracias a don Flavio obtuve una mejor comprensión de la trayectoria histórica de la cultura nicaragüense, lo que se refleja en mi libro. Esto significa que una parte importante de la investigación se dedicó al drama satírico El Güegüense o Macho Ratón. Es decir, las imágenes, los personajes, el lenguaje, el arte, y las palabras de El Güegüense se convirtieron en el epicentro de los temas y argumentos del libro. Espero que la obra sea una pequeña contribución al patrimonio cultural del pueblo nicaragüense.
¿Qué le parece la cerámica contemporánea nicaragüense?
En cuanto a la cerámica contemporánea de San Juan de Oriente, puedo honestamente afirmar que es extraordinaria. La explosión de creatividad en sus formas, técnicas y diseños ha sido realmente asombrosa. Me siento muy orgulloso de haberme relacionado con los ceramistas de ese pueblo por más de tres décadas.
¿Qué representa para usted, como antropólogo, el legado del General Augusto C. Sandino?
Sandino es una de las figuras históricas más importantes del siglo XX. Veo su legado como la reafirmación de la idiosincrasia nacional y del reconocimiento mundial a la visión y gesta del pueblo nicaragüense. Sandino dejó claro que el derecho de las naciones pequeñas a la autodeterminación juega un papel crucial en el avance de la humanidad hacia la igualdad y la libertad. En mi opinión, su visión reviste hoy día más importancia que nunca. Al igual que la cerámica de San Juan de Oriente y la poesía de Rubén Darío, el legado de Sandino es parte esencial de la contribución de Nicaragua al mundo.
¿Cuáles son, en su opinión, los desafíos de Nicaragua en el siglo XXI?
Nicaragua, al igual que otros países pequeños que han sufrido la dominación colonial, se enfrenta a problemas históricos presentes en el mundo desde hace mucho tiempo: pobreza, desigualdad, dependencia de los cultivos de exportación, falta de acceso a la ciencia y tecnología. Además, Nicaragua se enfrenta a los retos del cambio climático y la crisis ambiental. Sin embargo, el pueblo nicaragüense posee el mayor tesoro posible: su profunda humanidad y bondad. Creo que esos son sus activos más valiosos para hacer frente a las crisis del siglo XXI.
¿Planes de visitar Nicaragua en un futuro?
Me gustaría mucho tener la oportunidad de regresar a Nicaragua y, por supuesto, a San Juan de Oriente. Actualmente me desempeño como director del Departamento de Antropología en la Universidad de Nuevo México, donde he trabajado durante los últimos 22 años. Esa posición me deja muy poco tiempo para los viajes internacionales, pero después que finalice mi período de dirección (junio de 2018), espero visitar Nicaragua. Me agradaría poder colaborar más activamente con los ceramistas de San Juan de Oriente y quizás, para ese entonces, impulsar con ellos nuevos proyectos técnicos.
¿Mensaje al pueblo nicaragüense, a los ceramistas?
Espero que continúen fortaleciendo y atesorando su historia, su humor, su arte, el amor por esa noble patria. La belleza y la grandeza del carácter que distingue a Nicaragua nace de su maravillosa gente y tierra, y sus valores y virtudes deben seguirse fomentando, protegiendo, cultivando para el futuro de la humanidad.