Como parte de la jornada, la Comunidad Ciudad de Dios preparó todo una serie de actividades que involucraron desde cantos para animar a los presentes, una celebración eucarística oficiada por Monseñor Silvio Fonseca, cantos en la voz de Norma Elena Gadea, una predica a cargo del Padre Henry Moreno y finalmente una procesión del santísimo y la oración de sanación para los enfermos.
Julio César Flores, coordinador de la Comunidad, señaló que como organización católica están orientados a apoyar a las diversas parroquias de la Arquidiócesis de Managua, llevando un mensaje de evangelización, la palabra del Señor a los más necesitados y aprovechar también para tener un rato para orar por los enfermos.
“Para nosotros es un placer, un gozo estar sirviendo al Señor, estar cumpliendo con su mandato de predicar el evangelio, de ver que la gente realmente tenga un encuentro con Cristo, porque cuando uno tiene un encuentro con Cristo encuentra la paz, el mismo Señor nos los dice: ‘Mi paz os dejo, mi paz os doy’ y es una paz diferente, una alegría, un gozo, los frutos del espíritu. Y estas oraciones de sanación son buenas porque nos ayudan a encontrar esa paz y al estar en armonía con Jesús, en armonía con los hermanos se da esa paz, ese gozo y nos permite realmente vivir felices”, expresó Atilio Bravo, también miembro de la Comunidad Ciudad de Dios.
Don Julián Rivas declaró que es de mucha ayuda para el bienestar participar en este tipo de eventos, en el cual sería también sería muy importante la participación de muchos más nicaragüenses para que reciban eso que ya ellos recibieron un día y que transformó sus vidas.
“Ya con esto van cinco Jornadas de Evangelización en los cuales hemos visto grandes milagros, matrimonios que se han reconciliados, gente que ha perdonado algún rencor que había cargado por más de cinco años y por otro lado sanaciones físicas”, dijo Rivas.
Martha de Moreira, líder del Movimiento Familiar Cristiana de Masaya, comentó que es una necesidad y una obligación como cristiana, una obligación gozosa el proclamar el reino de Dios aquí en la tierra, porque ello es la solución para en Nicaragua continuemos viviendo en paz y progreso.
“Yo era una mujer que sufría mucho, que tuve muchas tribulaciones en mi vida, tengo 28 años de haber entregado mi vida al Señor y es el acontecimiento más grande que pudo haberme ocurrido en mi vida, haberme encontrado con Jesucristo porque él vino solucionando mi vida, mis problemas familiares, matrimoniales y personales, y eso lo he visto en mi y en muchos hermanos”, añadió Moreira.
Julia Marcia Baltodano Ramírez dijo sentirse muy orgullosa, contenta y plena porque participar en encuentros como el promovido por Ciudad de Dios les está permitiendo a recibir la evangelización y conocer más a Jesucristo.