Las familias del barrio Enrique Smith en el distrito III de Managua se prepararon para recibir en sus viviendas a los brigadistas de salud quienes llegaron a fumigar para exterminar los zancudos adultos que transmiten el dengue, el zika y chikungunya.

Zoila Canales, directora del Centro de Salud Altagracia, explicó que de esta manera se intensifica la lucha antiepidémica.

"Andamos el día de hoy en el barrio Enrique Smith, 150 casas vamos a fumigar casa a casa. Son ciclos que se están realizando cada 10 días en conjunto con la sensibilización o la parte educativa que andamos dando casa a casa", detalló.

Canales explicó que además de las viviendas también se está fumigando en centros de estudio y negocios como chatarreras y vulcanizadoras que abundan en la zona.

"Es un plan intensivo e integral donde todos tenemos que estar involucrados. Nosotros tenemos 19 barrios que abarcar, estamos haciendo los ciclos de abatización cada mes, cada 30 días estamos dando abate casa a casa; y haciéndole siempre el llamado a la población para que nos deje entrar porque no puede quedar ni una casa sin abatizar o fumigar, porque eso produce más zancudos e infecta a las demás casas", comentó.

La doctora dijo que la constancia en la fumigación y otras acciones de la lucha antiepidémica han logrado que los indices de infestación en la zona se mantengan en niveles bajos.

"Pero debemos seguir en esta lucha porque el zancudo ahí anda buscando donde poner sus huevecillos y si nosotros les damos las condiciones se va a formar el zancudero", valoró.

Francisca Arauz, habitante de la zona, valoró positivamente el esfuerzo que hacen las autoridades de salud para controlar cualquier enfermedad que es transmitida por los zancudos.

"Gracias a Dios tenemos el apoyo del Minsa, vienen a fumigar de manera constante y no le dan oportunidad al zancudo que nos ataque, además nosotros también colaboramos en el aseo, la limpieza y la eliminación de criaderos", explicó Arauz.

Massiel Hernández, madre de dos menores de edad, comentó que en su casa maneja los recipientes boca abajo, cada fin de semana limpia su patio y elimina los posibles criaderos que ha aprendido a identificar gracias al apoyo de los brigadistas de salud.

"Una vez encontré un depósito en el patio donde habían larvas del zancudo, inmediatamente lo eliminé, y desde entonces estoy en esa tarea porque no quiero que mi familia, ni mis dos niños, se me enfermen", indicó Hernández.