A continuación, compartimos la reflexión del compañero Mario Barquero:

En zonas de guerra como en Yemen, Irak y Siria, es obvio que la festividad de la madres se torna opaca. Madres que han perdido hijos, hijos que han perdido madres, tienen muy poco que celebrar. Madres refugiadas y maltratadas, madres combatientes (solo entre los kurdos se estiman 16 mil mujeres combatientes) que no tendrán tiempo para celebrar.

Si bien en el Oriente Medio el día de las madres no es tan pomposo como en nuestra cultura, si se celebra, pero este año por los acontecimientos que afligen a la población casi nadie recuerda o menciona esta efeméride.

Los árabes celebran el día de la madre el 21 de marzo que coincide con el primer día de la primavera. Esta fecha fue escogida por votación de los lectores de un periódico egipcio que recibió cartas de varias madres narrando su sacrificio como madres y que sus hijos no les daban todo el mérito de su abnegación; dos periodistas de este periódico publicaron las cartas y propusieron celebrar el día de las madres, así tras varias encuestas se decidió como fecha el 21 de marzo y el resto de países árabes se unieron a la celebración acogiendo la misma fecha.

La primera vez que en un país árabe (Egipto) se celebró el día de las madres fue el 21 de marzo de 1956.

En países como Turquía, Azerbaiyán, Pakistán, Afganistán, y otros musulmanes es en el mes de mayo pero en fechas diferentes.

En Irán varía pues cada año cambia debido a su calendario solar. Este año 2016 fue el 30 de marzo, fecha del nacimiento de la hija del profeta y declarado también día de la mujer. Esta fecha es desde la revolución islámica, anteriormente en Irán el día de las madres era en diciembre, fecha del nacimiento de la mamá de la esposa del Sha.

Madre, mujer; mujer, madre... sin duda un ser único tanto que las primeras celebraciones del día de las madres se remota a la antigua Grecia, donde se honraba a la diosa Rea, madre de Zeus, Poseidón y Hades. Los romanos copiando a la griegos celebraban por tres días consecutivos a las madres.

Pero nuevamente, las madres en zonas de guerra, en los campos de refugiados, no tendrán muchos alicientes para festejar este día tan humano, pues no existiríamos los humanos sin las madres. Confiemos, tengamos fe de que el próximo año las madres de estos países podrán pregonar junto a sus hijos y con jubilo, el día de las madres conforme su fecha y cultura.