Yeinner Chicas arrancó estruendosas ovaciones del público asistente al Teatro Alejandro (Aleksanterin Teatteri), en Helsinki, celebrando el treinta aniversario de vida profesional del reputado coreógrafo y bailarín finlandés, Alpo Aaltokoski (Pyhäjärvi, 1958).
Chicas, oriundo de Masaya y de 26 años de edad, llegó a Helsinki para actuar como solista en un par de funciones, interpretando “De Una Semilla”, coreografía de Aaltokoski.
La noche de gala inició con una magistral presentación del finlandés, jornada inaugural que cerró el masayense con una actuación igualmente espectacular.
Yeinner estudió danza contemporánea en Nicaragua, Finlandia y otros países, dando sus primeros pasos en grupos folclóricos de Masaya. Su corta pero brillante trayectoria profesional ha sido honrada con premios nacionales e internacionales.
El talentoso compatriota dijo a Ricardo Alvarado, embajador de Nicaragua en Finlandia, que dedicaba sus presentaciones en Helsinki al pueblo de Nicaragua y, en especial, “a mi madre, que me acompaña desde el cielo”.
La noche de apertura y la siguiente, el chavalo derrochó energía y encanto sobre el escenario, lució su portentosa agilidad y se adueñó por completo de la sala del teatro, construido en el último cuarto del siglo XIX y nombrado en honor a Alejandro II (zar de Rusia, 1855-81).
Los programas en que actuó el nicaragüense, organizados por la compañía de danza Alpo Aaltokoski Company, vibraron en la ciudad. Las pantallas en las estaciones de metro anunciaron los eventos y el diario finlandés de circulación nacional Helsingin Sanomat destacó, en su edición sabatina, las interpretaciones de Chicas.
Las dos intervenciones de Yeinner, cada una de 45 minutos, cautivaron la atención de un público satisfecho que fascinado respondió con largos aplausos. Los movimientos del chavalo fueron perfectos y la música se confabuló al unísono con el sonido emitido por las vainas de malinche que el artista utilizó durante sus presentaciones.
El bailarín nicaragüense, la noche de estreno (el 4 de mayo, Día de la Dignidad Nacional), tras finalizar su magnífica interpretación, con su corazón henchido de patriotismo azul y blanco y el sudor emanando de su frente orgullosa, saludó a un público que le ovacionó una y otra vez.
Concluida la función de gala, Yeinner pasó a la cafetería del teatro, donde recibió las felicitaciones de un entusiasta grupo integrado por críticos de arte, periodistas, bailarinas y bailarines finlandeses y de otras nacionalidades.
No solamente recibió elogios verbales, también llegaron a sus manos ramos de flores como testimonios de gratitud por su fantástica labor.
El homenajeado de la jornada, Alpo Aaltokoski, no ocultó el orgullo que sentía por su discípulo. No fueron necesarias sus palabras para manifestar, a través de sus ojos, su inmensa satisfacción.
En el acto, Ricardo Alvarado agradeció a Aaltokoski por sus contribuciones a la danza contemporánea y por su colaboración de 22 años con la danza nicaragüense. Alpo ha otorgado becas a un número de bailarines nicaragüenses, entre los que sobresalen María Victoria Rodríguez, Lucía Jarquín, Sandra Gómez, Mariano Vega y Yeinner. El veterano bailarín ha sido profesor de danza en nuestro país en diferentes períodos (1994-2014). Sus significativos aportes forman parte del acervo de la danza contemporánea nicaragüense.
Asimismo, Alvarado hizo entrega a Aaltokoski de una pequeña escultura tallada en madera representando al Toro Huaco, como símbolo de los vínculos culturales y de hermandad que unen a nuestros pueblos. “Le extendemos una invitación a seguir contribuyendo al estrechamiento de los lazos de colaboración entre nuestros países y para que trabajemos por la posibilidad de hacer realidad la presentación en Finlandia de las danzas del Toro Huaco y El Güegüense”, expresó el diplomático.
Alvarado también agradeció a Yeinner Chicas por representarnos tan magníficamente, con elevado profesionalismo, poniendo en alto los colores de nuestra bandera, y afirmó: “La tierra de Darío y de Sandino se siente orgullosa de tus logros, sigue adelante cosechando éxitos para nuestra Nicaragua”.
El muchacho exteriorizó que espera, como siguiente paso, representar a nuestro país en España, en julio próximo, en el prestigioso Festival Deltebre.
Yeinner Chicas, orgullo de nuestra juventud, dejó inscrito en Helsinki el nombre de nuestra patria con letras de oro. Sus espléndidas actuaciones dieron muestras de la gran calidad del arte nicaragüense y pasaron a registrarse en los anales del Teatro Alejandro, en el que han danzado ilustres bailarinas y bailarines de todas las nacionalidades.
El éxito del pinolero en Finlandia es otra muestra más de que el pueblo nicaragüense, noble y talentoso, está hecho de vigor y de gloria para triunfar en cualquier profesión y en cualquier parte del mundo.