En este mes de abril, “Mes de las letras”, el gobierno sandinista de Nicaragua, a través de su embajada en el Perú, y gracias al auspicio de la Asociación Amigos de Mariátegui y de la CasaMuseo José Carlos Mariátegui, le rindió homenaje a Rubén Darío, en el año del centenario de su paso a la inmortalidad.
En casa del Amauta volvieron a congregarse intelectuales, políticos y luchadores sociales. El acto contó con la presencia de la Embajadora de Guatemala, Irma Araujo, así como representantesde la embajada de Venezuela, músicos, poetas y pintores.
En su alocución, la Embajadora de Nicaragua, Marcela Pérez Silva, manifestó que “como Mariátegui, Rubén Darío soñó con apropiarse del conocimiento de occidente e injertarlo en las raíces del árbol sagrado de nuestra cultura americana, y así forjó para nosotros la identidad multicultural, inclusiva, soberana y moderna con la que nos asomamos como latinoamericanos libres al siglo XX, y que seguimos reivindicando un siglo después de su partida”.
Pérez Silva recordó las palabras del comandante nicaragüense Tomás Borge, quien consideró a Rubén Darío un revolucionario de la lengua y de su contexto.
“Su canto fue una especie de cañonazo, de estruendo, de clarinada continental ante la política intervencionista de su tiempo. Darío fue un revolucionario de su lengua y de su contexto, un ferviente partidario de la unión centroamericana, de la transformación de la Nicaragua conservadora, agraria y semifeudal, y un enemigo de la política norteamericana. Él liberó a la Lengua de sus cadenas. Señaló para los pueblos de América la altura de su humanidad y de su historia. Trazó un destino. Para que el hombre vuelva a ser hombre; para que el amor sea la única relación entre los humanos, y la poesía, su único medio de comunicación”, decía Borge.
La pintora Fanny Palacios, realizó una semblanza del poeta y diplomático nicaragüense, y el Profesor Gustavo Espinoza, presidente de la Asociación Amigos de Mariátegui, se encargó de situarnos en el contexto actual latinoamericano, de cara a los nuevos desafíos políticos y culturales que debemos enfrentar para construir “sin calco ni copia” -como quería Mariátegui- “un Perú nuevo en un mundo nuevo”.
La conferencia magistral de la noche estuvo a cargo del poeta Winston Orrillo, quien sentenció que “Rubén Darío fue el Colón del verso, pues “descubrió” América poéticamente y fue a España a enseñar a escribir poesía a los españoles (…)”.
“Si hay algo que Darío entiende y asume totalmente, es su amor por su Nicaragua nativa. Y es su condición de hispanoamericano denunciador del naciente imperialismo norteamericano, la que le permite escribir versos con la naturaleza levantisca de Nuestra América presta a la resistencia (visión zahorí, premonitoria del gran poeta)”, agregó.
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La velada cultural terminó con la presentación de los poemas de Rubén Darío musicalizados en ritmos peruanos, que forman parte del disco “Darío nuestro”, recientemente producido por la Embajada de Nicaragua en el Perú. Juan Luis Dammert, Patricia Saravia, Magali Luque, Ricardo Villanueva, Hugo Bravo y Marcela Pérez Silva mostraron parte de este hermoso trabajo colectivo y solidario.