Estaremos lidiando con una fuerte tempestad que provocará grandes inundaciones y otros perjuicios colaterales. No es tiempo de tentar al destino, remarcó Obama en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca.

Agregó que los residentes en la zona del Golfo deben escuchar y cumplir las directivas oficiales, mientras que las autoridades federales deben preparar los auxilios con responsable antelación, subrayó el jefe de Estado.

Según Obama, desde hace una semana expertos de la Agencia para el Manejo de Emergencias trabajan en Louisiana y otros estados sureños para coordinar con autoridades locales eventuales procesos de evacuación de pobladores y contención de daños.

El Katrina ha sido el más destructivo fenómeno natural en la historia norteamericana, causó en agosto de 2005 más de 80 mil millones de dólares en destrucción de propiedades y mil 830 muertos.

A la administración republicana de Bush aún se le critica por la lentitud y atropellamiento en el proceso de respuesta, así como a la alcaldía de Nueva Orleans por el deficitario mantenimiento de diques.

El Centro Meteorológico Nacional advirtió que Isaac está siguiendo el mismo curso que el Katrina hace siete años y podría convertirse en un huracán categoría uno en menos de 40 horas.

En Alabama, el gobernador Robert Bentley ordenó la evacuación obligatoria para todos los habitantes del estado localizados en proximidades del golfo o en áreas bajas con respecto a la línea marítima.

Está previsto que el meteoro toque tierra el miércoles por el sur de Estados Unidos con vientos de 119 kilómetros por hora y mayor impacto en una zona que abarcaría desde Morgan City, Louisiana, hasta Destin, Florida.

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