En estas zonas hay grandes agricultores, pero la inmensa mayoría está conformada por decenas de miles de campesinos propietarios de una o dos manzanas, produciendo principalmente maíz o frijol.
Don Aquileo López de 65 años, es un mediano productor que ha logrado salir adelante gracias al esfuerzo conjunto de toda su familia, que le ha ayudado a sembrar tres manzanas de frijoles y otras dos de maíz.
Este esfuerzo es acompañado con la asistencia técnica del Ministerio Agropecuario y Forestal (MAGFOR), que también impulsa el programa Cristiano Socialista, mejor conocido como “Crisol” el que garantiza microcréditos que posteriormente los campesinos pagan con cero intereses.
Don Aquileo asegura que gracias al Crisol muchos pequeños agricultores pueden llevar seguridad alimentaria a su hogar, mientras los excedentes pueden venderlo a Enabas y al mercado local, garantizando el grano a las familias del departamento.
“A pesar que las lluvias han sido pocas mis niveles de producción me garantizaron que pudieran vender más de 20 quintales de frijol y otra cantidad de maíz”, asegura don Aquileo, un hombre de estatura baja y muy conversador.
Este campesino desde hace tres años vive más tranquilo, esto por el apoyo que recibe de su esposa Fidelina López, una mujer propietaria del Bono Productivo Alimentario del programa Hambre Cero.
“Desde que mi mujer recibió la vaquita, la chanchita y las gallinitas, me complementa en el trabajo productivo, ya que ella produce alimentos como la cuajadita y los huevos que dan las gallinas”, menciona este campesino, sin dejar de recordar que estos bienes fueron otorgados por el Gobierno Sandinista que dirige el Comandante Daniel Ortega Saavedra, en el esfuerzo conjunto para erradicar la pobreza extrema de las zonas rurales.
“Vivimos en una zona seca y luchamos y luchamos para sobrevivir. Gracias a nuestro gobierno, porque en realidad nos sentimos gozosos con el Presidente que Dios nos ha dado (Comandante Daniel Ortega Saavedra), él se preocupa por los pobres y tenemos la facilidad de trabajar en paz, con amor y seguimos adelante”, comentó Don Aquileo, originario de la comunidad San Juan de Somoto.
“Ahora los dos trabajamos igual, si yo no puedo una cosa, él me ayuda y así los dos trabajamos”, dice doña Fidelina, esposa de Aquileo.
En este departamento más de 650 pequeños productores han recibido el respaldo de Crisol en la siembra de primera, que otorgó 1.9 millones de córdobas en microcréditos.
Ahora que viene la siembra de postrera serán apoyados unos 3 mil productores pequeños que cuentan con una o dos manzanas, con un financiamiento de 10 millones de córdobas.
En este nuevo programa de financiamiento, don Eugenio López Alfaro, se convertirá en protagonista de Crisol por primera vez, algo que le permitirá aumentar sus niveles de producción en esta época de postrera que inicia a finales de agosto.
Este campesino de 96 años de edad siempre ha vivido de la tierra y sostiene que nunca le ha gustado acceder a créditos, pero dada las bondades de Crisol, ha decidido recibir el primero para poder vender los excedentes al mercado local.
Su hija Thelma López Sevilla asegura que el poco dinero que recogen, lo ocupan para comprar las semillas y con ello, se garantizan cosecha para su propia alimentación.
“A pesar de la sequia, va a estar más o menos, nosotros no nos quejamos porque siempre vamos a cosechar”, asegura esta mujer campesina que se levantan a las cinco de la mañana para ayudar a su padre a las labores agrícolas.
Considera que el comandante Daniel, tuvo una excelente idea al impulsar el Crisol y el programa Hambre Cero en las comunidades rurales, especialmente en Somoto, donde la falta de lluvia es el principal dolor de cabeza de los campesinos.
“Mucha gente se levantó con el bono productivo. Aquí en la comunidad no tenían animales, no teníamos leche ni nada y ahora hemos reproducido terneras
En Madriz durante la época de primera se cosechó 7 mil 334 manzanas de frijol, de un total de 9 mil 142 manzanas sembradas. En maíz se cosecharon 13 mil 166 manzanas de maíz de 15 mil 686 manzanas sembradas.
El compañero Armando Hernández, delegado de MAGFOR en Madriz, indicó que si bien hubo pérdidas en las manzanas de frijol y maíz sembrada, esto no provoca desabastecimiento de estos alimentos a nivel local.
“Como este es un municipio bastante seco, ya la gran mayoría de la cosecha de frijol ya se levantó”, dijo Hernández.
En este municipio de Somoto los promedios de quintales cosechados por manzana sembrada son de 8 en frijol y en maíz unos 15 quintales, cifras un poco bajas con relación al promedio de producción en otras zonas del país que si cuentan con excelentes régimen de lluvias. En este municipio más de 900 mujeres son protagonista del programa Hambre Cero.