Hillary Clinton, precandidata demócrata a la Presidencia, manifestó su oposición al Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), alcanzado por Estados Unidos con otros 11 países de la cuenca del Pacífico hace apenas unos días.
"Lo que sé es que a partir de hoy no estoy a favor de lo que he podido saber sobre eso", afirmó Clinton respecto al tratado de libre comercio durante una entrevista para la cadena PBS.
"He dicho desde el principio que tenía que ser un acuerdo comercial que cree buenos empleos en EEUU, aumente los salarios y mejore nuestra seguridad nacional y sigo creyendo que ese es el listón que tenemos que cumplir", dijo la exsecretaria de Estado.
"No creo que vaya a satisfacer el listón que he puesto", añadió más tarde en referencia al contenido del acuerdo comercial, en el que están involucrados, entre otros, países como Japón, Chile, Perú y México.
La postura de Clinton supone un nuevo giro de la demócrata hacia la izquierda y otro desacuerdo con el Gobierno del presidente Barack Obama, del que formó parte como secretaria de Estado durante su primera legislatura (2009-2013), cuando las negociaciones sobre el TPP ya estaban en marcha.
El Partido Republicano no tardó en criticar ese "cambio de posición", en palabras del presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, que atribuyó las "penosas divagaciones de Clinton sobre el TPP" a su propia "conveniencia política".
Otro de los aspirantes demócratas a la Presidencia, el exgobernador de Maryland Martin O'Malley, criticó también a Clinton.
"¡Ese sí que es un giro! Yo llevo meses y meses en contra del TPP (...) Clinton puede justificar su propio cambio de opinión en esto, pero yo no tenía una opinión hace ocho meses y la he cambiado en vísperas del debate (demócrata del próximo 13 de octubre)", dijo O'Malley en declaraciones a periodistas en Washington.
Por su parte, el principal rival de Clinton en las elecciones primarias demócratas, el senador Bernie Sanders, evitó criticar a la exsecretaria de Estado y celebró su nueva posición.
"Me alegro de que llegara a esa conclusión. Esa es una conclusión a la que yo llegué el primer día (...) y trabajaré todo lo que pueda en el Senado para derrotar esa legislación", aseguró Sanders a periodistas en un acto del Instituto del Caucus Hispano del Congreso (CHCI), donde habló junto con O'Malley.
Tras el consentimiento del Congreso
Desde que los contenidos del tratado fueran cerrados este lunes en Atlanta, Obama ha iniciado una campaña para lograr el consentimiento del Congreso, que tiene 90 días hábiles para su consideración, pero donde encontrará la oposición de algunos legisladores de su partido, el Demócrata.
El TPP, que aún debe ser aprobado en los parlamentos de los 12 países firmantes para entrar en vigor, es un elemento clave de la política exterior de Obama, que busca priorizar la relación con la región de Asia-Pacífico para hacer frente a la influencia de China.
Los defensores del TPP, entre ellos la mayoría republicana que controla el Congreso, argumentan que este acuerdo abre nuevos mercados a los productos estadounidenses y eso repercutirá favorablemente en los trabajadores del país.
Sus detractores, por contra, argumentan que el TPP generará pérdidas de empleos en Estados Unidos en beneficio de países con salarios más bajos.
Cuando entre en vigor, el TPP eliminará las tarifas para la importación de vehículos extranjeros si al menos un 45% está producido en los países de la región, además de liberalizar parte de los sectores agrícolas de naciones altamente proteccionistas como Japón o Canadá.
"Tras cinco años de intensas negociaciones, alcanzamos un acuerdo que creará empleos, impulsará el desarrollo sostenible, fomentará un desarrollo inclusivo y promoverá la innovación en la región Asia-Pacífico", dijo tras la negociación el representante comercial de Estados Unidos Michael Froman.
Los países que cerraron el acuerdo para el TPP representan juntos el 40% de la economía mundial: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.
Reacciones en otros países
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, calificó de "histórico" y "audaz" el acuerdo, y pronosticó que las exportaciones mexicanas aumentarán en 150,000 millones de dólares cinco años después de su entrada en vigor.
Este ambicioso tratado permitirá "establecer la mayor zona de libre comercio del mundo", afirmó.
Este "audaz acuerdo comercial", que entre otras naciones integra a la primera potencia mundial, Estados Unidos, y la tercera, Japón, dará "nuevas oportunidades de expansión" a México en los mercados de Asia-Pacífico, indicó.
Además, añadió Peña Nieto, consolidará "la vinculación con Chile y Perú" y fortalecerá "la integración productiva" con América del Norte.
En tanto, Chile se declaró "satisfecho" con el cierre de las negociaciones, en cuyo trámite se resguardaron "todas la sensibilidades del país", afirmó el canciller chileno Heraldo Muñoz.
"Estamos satisfechos con el resultado (...) Hemos resguardado todas las sensibilidades de nuestro país", dijo Muñoz, en una rueda de prensa en el marco de la conferencia Nuestro Océano, en el balneario de Viña del Mar.
El resultado de las negociaciones fue satisfactoria para Chile, uno de los promotores del acuerdo, porque, entre otros puntos, se impuso su postura para la protección solo por cinco años sobre medicamentos biológicos.
"La discusión sobre este tema en particular, altamente sensible para nuestro país, es lo que prolongó la negociacIón por dos días, y el resultado ha sido satisfactorio para nosotros. Se ha resguardado lo que decíamos, son cinco años los de protección y no más", dijo Muñoz.