El ex Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Padre Miguel D’Escoto Brockmann, asegura que el mensaje del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a este organismo, recoge no sólo los deseos y reclamos de los nicaragüenses sino de la inmensa mayoría del mundo que ha sufrido las consecuencias de la disfuncionalidad de este foro internacional.

El también ex canciller durante el primer Gobierno Sandinista, lamenta que muchos jefes de Estado no crean en la ONU, pero a su criterio lo que hay que hacer es rechazar el sometimiento bajo el que se encuentra.

“El Imperio prácticamente controla Naciones Unidas”, señala.

Para D’Escoto es importante el llamado que hace el mandatario de Nicaragua a que todos los países se muevan lo más rápidamente posible para volver a los objetivos originales del organismo e incluso mejorarlo.

Al respecto, destaca la necesidad de ampliar la jurisdicción y competencia de la Corte Mundial, y así evitar que Estados Unidos cometa guerras de agresión “en total y absoluta impunidad”.

Refundación debe ser a nivel de Presidentes

No obstante, es enfático al explicar que no es a nivel de delegados que se lograrán los cambios que necesita Naciones Unidas.

“Para hacer los cambios que se necesitan no es adentro de Naciones Unidas que se tiene que hacer, son los Estados, son los presidentes, no son los representantes permanentes”, afirma.

“Aquí son los presidentes, los jefes de Estados, gente con convicción como Daniel, con una visión y un optimismo contagioso, los que tienen que lograr con sus homólogos, con otros presidentes, primeros ministros del mundo, acuerdos sobre las reformas que hay que hacer”, sostiene el diplomático.

D´Escoto asegura que lo importante es que este mensaje esta teniendo resonancia en las capitales del mundo, especialmente de los países más pobres.