Los talibanes afirmaron este viernes que derribaron un avión de transporte militar de Estados Unidos esta madrugada en el aeropuerto de Jalalabad (este afgano), en el que murieron al menos 12 personas, entre ellas cinco soldados estadounidenses.

"El avión de transporte americano fue derribado en un ataque directo de los mujahidines cuando despegaba (...) Empleamos un arma especial, pero es un secreto militar y no podemos entrar en detalles", dijo el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.

La fuente elevó la cifra oficial estadounidense de 12 fallecidos en el siniestro a 15 "invasores" de EEUU y numerosos soldados "títeres", como se refieren los talibanes a los militares afganos, aunque los insurgentes suelen exagerar el alcance de sus acciones.

Mujahid aseguró que habían estado "vigilando de manera regular" el avión militar antes de derribarlo.

Un portavoz militar estadounidense, el coronel Brian Tribus, había explicado con anterioridad que aunque desconocían las causas del siniestro, no tenían constancia de que se registraran episodios violentos en los alrededores del aeropuerto en Jalalabad.

Además Tribus concretó que los 12 fallecidos son cinco soldados de EEUU, cinco contratistas civiles, de quienes se desconocía la nacionalidad, y dos civiles afganos.

Los cinco contratistas civiles trabajaban para la misión de la OTAN "Apoyo Decidido", que cuenta con unos 4,000 militares en Afganistán, y que se dedica a entrenar y asesorar a las fuerzas de seguridad afganas.

EEUU, por su parte, lleva a cabo una operación de combate o "antiterrorista" que incluye 9,800 militares.
El avión siniestrado estadounidense es un modelo C-130 de cuatro motores, fabricado por Lockheed Martin, utilizado normalmente para transportar personal militar y cargas pesadas.

Victoria simbólica en Kunduz

Por su parte, el mulá Ajtar Mansur, líder de los talibanes afganos, aseguró que capturar temporalmente la ciudad de Kunduz fue una "victoria simbólica" que demostró la fuerza de la insurgencia afgana.

Aun así, la ocupación de tres días en Kunduz supuso "un hito histórico" que fue "celebrado por la gente corriente de la ciudad", afirmó

Mansur habló el viernes por teléfono desde un lugar no revelado. Fue nombrado líder de los talibanes en agosto, tras las revelaciones sobre que el fundador del grupo, el mulá Muhamad Omar, había muerto más de dos años antes.

Los talibanes tomaron Kunduz el lunes en un ataque sorpresa y la retuvieron durante tres días, hasta que las tropas del gobierno afgano los expulsaron de la ciudad el jueves.

La caída y breve ocupación de Kunduz —una importante ciudad de 300,000 habitantes que está en una estratégica carretera que lleva a la frontera con Tayikistán— fue un gran impulso para la figura de Mansur, cuyo liderazgo se vio cuestionado desde el principio.

Los talibanes gobernaron entre 1996 y 2001, y llevan luchando para derrocar al gobierno de Kabul desde que su régimen fue derribado por una invasión liderada por Estados Unidos. Kunduz es la primera capital provincial que han capturado desde entonces.