Japón tiene una de las tasas más altas de suicidio en el mundo, y es la causa principal de muerte entre aquellos que se sitúan en una franja de edad entre 15 y 39 años. Las cifras del gobierno muestran que en total son 18.048 los menores de 18 años se quitaron la vida entre 1972 y 2013.

Pero, peor aún, muchos alumnos japoneses toman la atroz decisión de suicidarse el 1º de septiembre de cada año más que en cualquier otra fecha, según cifras recopiladas por la oficina de Prevención del Suicidio en Japón durante un período de más de 40 años.

El sombrío pico en las estadísticas está vinculado a la habitual fecha de inicio del nuevo curso escolar después de las vacaciones de verano. Tras un largo descanso, los estudiantes deben retornar a clase y la presión que esto ejerce sobre ellos puede ser fatal, a lo cual se agrega un nuevo fenomeno como el "bullying" que aumenta la tensión y el estres de los adolescentes nipones.

La alta tasa de suicidios en Japón estuvo considerada históricamente como un reflejo de los valores morales de esa sociedad, que mantienen un exigente estandar en el modelo de vida. El incumplimiento de esos parámetros conlleva a la vergüenza y, en muchas ocasiones, a quitarse la vida. Esto ahora se ve potenciado por el acoso escolar.

Distintas organizaciones sin fines de lucro se propusieron comenzar a difundir la problemática para generar conciencia al respecto y reducir la cantidad de muertes adolescentes.

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