El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este lunes en Anchorage (Alaska) que el cambio climático es el desafío central del siglo XXI y alertó sobre el precio que se deberá pagar en caso de no asumirlo.

"Estamos aquí para hablar de un desafío que definirá los contornos de este siglo, de manera más espectacular que cualquier otra cosa: la amenaza urgente y creciente del cambio climático", declaró el mandatario durante su primer día de visita en Alaska.

"No estamos actuando lo suficientemente rápido, no estamos avanzando lo suficientemente rápido", subrayó Obama durante una conferencia internacional sobre el Ártico.

"El clima cambia más rápidamente que nuestros esfuerzos para responder" a ello, agregó en un discurso de tono sombrío, durante el cual se detuvo largamente sobre el impacto devastador de los cambios que se avecinan en vistas de la ausencia de reacciones fuertes y coordinadas del conjunto de países del planeta.

El objetivo de la comunidad internacional es limitar a dos grados centígrados el alza de las temperaturas para evitar un cambio climático.

"La ciencia es cada vez más precisa y prueba que lo que fue una amenaza lejana es ya una realidad", señaló.

El presidente estadounidense aprovechó igualmente al hablar desde un estado como Alaska, que se ubica en primera línea en el combate al recalentamiento de la Tierra, para denunciar la actitud de numerosos legisladores republicanos, que niegan la responsabilidad humana sobre los cambios en curso.

"No podemos tener un debate legítimo sobre la forma de responder a este problema, no podemos negar la ciencia", dijo el presidente. "Ya no es más tiempo de decir 'yo no sé'", afirmó, en alusión a los republicanos que alegan que "no son científicos" cuando se los interroga al respecto.

"Quienes pretenden ignorar a la ciencia están cada vez más solos, están en una isla a punto de desaparecer", agregó Obama.

El presidente estadounidense, que este martes irá a un glaciar y el miércoles se reunirá con pescadores, busca imágenes poderosas con las cuales ilustrar su mensaje para transmitirlo con mayor fuerza.

Acaba de imponer, a pesar del rechazo de sus adversarios republicanos en el Congreso, normas muy
severas para reducir las emisiones de CO2 de las centrales eléctricas.

Estados Unidos, el segundo mayor emisor, detrás de China, de gases con efecto invernadero, se comprometió a reducir de 28% a 26% sus emisiones con efecto invernadero antes de 2025 en relación a 2005.

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