El capitán Francisco Solís tiene una larga trayectoria en las estructuras de la Policía Nacional, ha estado sirviendo al pueblo en diferentes lugares, pero ahora al igual que en sus primeros años como miembro de esta institución, se entrega en cuerpo y alma a su trabajo para lograr fortalecer la armonía, la tranquilidad y la paz en los barrios que tiene asignado como “Jefe de Sector”.
Junto a otros oficiales de la delegación policial III, el capitán Solís sale a recorrer las calles de los barrios San Ignacio, Altagracia y Batahola Sur para hablar con las familias, conocer sus inquietudes y las necesidades en materia de seguridad ciudadana, de tal manera que Policía y la comunidad de manera articulada busquen las alternativas para solucionar de la mejor manera los problemas y/o fortalecer la paz y tranquilidad que pueda estar gozando la comunidad.
La figura del Jefe de Sector es fundamental dentro del modelo Preventivo Proactivo Comunitario que desarrolla la Policía Nacional, el cual obtiene su base en esa relación estrecha con la comunidad y encuentra el principal apoyo en la Estrategia de Seguridad Ciudadana y Humana desarrollada por el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, con la articulación estrecha de los líderes comunitarios e instituciones del Estado a todos los niveles.
“Aquí tenemos problemas con algunos jóvenes que si bien aún no son delincuentes, se les debe dar seguimiento y atender para evitar que un día de tantos comentan un delito”, expresó doña Antonia López mientras conversaba con Solís, que de manera sigilosa apuntaba en su libreta lo que expresaba la ciudadana.
Doña Antonia reside en el barrio San Ignacio, reconoce que la zona hay seguridad gracias a la presencia continua de efectivos policiales, sin embargo sugirió la atención psicológica a algunos bebedores consuetudinarios que por las noches causan intranquilidad a la comunidad.
“La presencia de la policía claro que es buena, pero debieran de ir a conversar con los padres de unos muchachitos que gustan andar tirando piedras a los techos de las viviendas”, reflexiona doña Antonia.
En este barrio hay diversas pulperías, entre ellas la de la familia de doña Teresa Chavarría, que entre sus productos que oferta está el licor, el cual tiene permitido vender entre las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche que cierra.
“Las normas es que tenemos que respetar los horarios que son entre 10 de la mañana hasta las 10 de la noche, no vender a menores de edad y en mi caso, sin necesidad que la policía me ponga reglamentos yo los pongo aquí porque aquí habita mi familia y eso se debe respetar”, dijo Chavarría que considera muy oportunas las visitas del Jefe de Sector, porque las mismas son sinónimos de seguridad.
Recuperar espacios de esparcimiento
“Nuestra misión es garantizar la seguridad ciudadana en todos los aspectos, que la gente este en paz y el Jefe de Sector es el que hace el acercamiento tanto con la policía como con la comunidad, para que la comunidad se sienta segura y sepa a quien dirigirse para tratar de resolver los problemas”,
En el caso del barrio San Ignacio, Solís manifestó que la principal queja que ha expuesto las familias, es la presencia de tomadores de licor en el parque, situación que ha sido tomada muy en cuenta por las autoridades policiales que patrullan la zona en diversos momentos del día.
“Hacemos la visita casa a casa para darnos cuenta como está la situación del barrio y así conforme nos digan ellos, nosotros planificar y ejecutar los trabajos dentro del sector para garantizar la seguridad ciudadana”, explica Solís.
Doña Antonia considera que la Policía Nacional busca como garantizar la seguridad ciudadana, pero llamó a las familias, a los padres a promover valores de convivencia a los hij@s, de tal manera que puedan relacionarse en paz y con respeto.