Para Natalia Jiménez Moya, la palabra ‘rendirse’ no forma parte de su vocabulario, al contrario se considera una joven luchadora y con muchas ganas de triunfar para sacar a su familia de la pobreza.

Esta jovencita de 17 años reside en la comunidad rural La Escoba en el municipio granadino de Diriomo. Quiere estudiar Administración de Empresas, su materia favorita son las matemáticas y trata de inculcar ese amor por los números a sus otros cinco hermanos que cursan estudios primarios.

Natalia es la mejor alumna de la modalidad de Secundaria Rural a Distancia que viene impulsando el Gobierno Sandinista, a través del Ministerio de Educación desde el año 2014. Las limitantes económicas que vive Natalia no le han impedido sobresalir en sus estudios, a los cuales les dedica un promedio de dos horas diario.

Su padre trabaja en una empresa agrícola del municipio de Nandaime, su madre Xiomara Moya, de 34 años no pudo concluir la primaria debido a que durante su juventud los gobiernos neoliberales de Violeta Barrios de Chamorro, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños les importó poco o nada que miles de pobladores rurales no fuesen a estudiar y por tanto quedaron en el analfabetismo.

Natalia, gracias a Dios, al Frente Sandinista y a la decisión del Presidente Daniel Ortega Saavedra y la compañera Rosario Murillo, está teniendo la oportunidad de estudiar, de soñar, de cumplir sus metas y sobre todo está aprendiendo a no rendirse.

“Yo no quiero rendirme”, dice Natalia. “He visto que algunos jóvenes se rinden y no quieren estudiar, yo sí quiero estudiar y no quiero rendirme”, asegura.

Su madre, Xiomara, asegura que Natalia siempre ha sido muy buena estudiante, aún recuerda cuando su hija en sus primeros años de primaria “se comía” los libros.

“Desde chiquita ha sido inteligente, desde que estaba en primer grado miraba que le gusta estudiar, agarrar los cuadernos y así ha sido durante todos estos años. En sexto grado fue la mejor alumna del centro San Ignacio de Loyola”, reveló doña Xiomara, quien a pesar de su humildad y con el bajo salario de su esposo, le dan el apoyo a Natalia.

Señala que gracias a Dios su hija está viviendo y estudiando en la época que Nicaragua vive Buenos Tiempos en la presidencia del Comandante Daniel Ortega, por tanto considera que es muy afortunada, ya que el Gobierno Sandinista, además de asegurar la gratuidad en el sistema educativo, también está llevando la enseñanza a todas las comunidades rurales.

“Ella no iba a estudiar, pero gracias al gobierno que nos da esa oportunidad que estudie los días sábado. A mí se me dificultaba mandarla a Diriomo (al casco urbano), pero gracias a Dios se abrió la posibilidad en la escuela y así ha sido la mejor alumna”, reflexionó doña Xiomara, mientras Natalia escucha cada palabra y le abraza en señal de agradecimiento.

Para doña Xiomara la gratuidad educativa y la apertura de diversas modalidades en las zonas urbanas, es de gran ayuda para las familias, porque de esa manera los niños y niñas tienen acceso a la educación, algo que a ella le fue negado durante los periodos neoliberales.

Natalia se levanta muy temprano cada sábado y junto a su prima Rosa Moya Acosta y otras dos compañeras de clase, se van caminando en un trayecto de cinco kilómetros para llegar al Núcleo Educativo Rural Escuela José Dolores Estrada.

“Yo voy a las tutorías (reforzamiento) los jueves y repasar los libros y ver los temas que no hemos visto y de esa forma llevo más conocimiento para cuando los vayamos a ver y por eso me esfuerzo. Yo me pongo todos los días a estudiar un rato, por lo menos una hora y ese es mi secreto”, cuenta Natalia que subraya que está estudiando la secundaria gracias a la decisión del Gobierno de abrir esta modalidad cerca de su comunidad.

“Si no hubiesen abierto la secundaria rural yo no estaría estudiando, porque hasta Diriomo es muy largo y los pasajes son muy caros, mis padres no tienen para mandarme hasta ahí y por eso es importante que el gobierno esté dando clases, porque de esa manera puedo ser alguien en la vida y seguiré estudiando para prepararme y seguir hasta sacar mi carrera y no rendirme”.

Rosita quiere ser enfermera

Cuenta que al cumplir su meta de estudiar una carrera universitaria, le gustaría tener su propio negocio para ser la administradora.

Rosa, prima de Natalia y que tiene el segundo mejor expediente del octavo grado, manifestó que el secreto es asistir siempre a clases y dedicar al menos una hora de estudio todos los días.

“Me interesa mucho estudiar porque algunos se han quedado en el campo y mi mama me dice que estudie y siga adelante para ser alguien en la vida, yo quiero ser enfermera porque me gusta ayudar a las personas”.

Natalia, Rosa y sus otras dos primas son originarias de la comunidad La Escoba, las cuatro son buenas estudiantes y como premio a ese esfuerzo recibieron de parte del gobierno sus bicicletas, vehículos que les ayuda a trasladarse en menos tiempo a su escuela.

“Ha sido importante esta escuela, así me he superado más y antes no había, ahora ya llevo dos años estudiando y por eso valoro que es importante”, destaca Rosa.

El profesor Walter Morales, afirma que la modalidad de secundaria rural a distancia ha sido acogida con mucho interés por los jóvenes de las comunidades del municipio de Diriomo, tal y como lo demuestran Natalia y su prima Rosa.

“La oportunidad que les ha dado el gobierno a través de esta ruta ha sido muy significativa, porque les ha permitido ese chance de trabajar, quizás a los que logran apoyar a sus padres en la agricultura o ganadería, incluso alumnos que van al mercado a ayudar a sus padres, entonces esta ruta les ha permitido desarrollar sus habilidad, sus talentos, esos conocimientos que están ahí guardados y que los explotan en esa modalidad”, destaca Morales, agregando que a estos jóvenes se les ha dotado de sus libros, útiles escolares, merienda escolar y zapatos.

El profesor asegura que en su grupo de octavo grado hay muchos ejemplos de buenos estudiantes, siendo Natalia y Rosa las mejores con promedios de 98 y 92.

“Hay varios alumnos, no solamente ella, hay varios alumnos que han manifestado ese gran interés por salir adelante y su condición económica no ha sido limitante, sienten el interés de superarse en la vida y en algunos momentos me han expresado que en medio de sus limitantes, desean salir adelante y quieren salir adelante”, relata Morales, que está muy contento de tener la oportunidad de dar clases a estos jóvenes.

Natalia sabe que llegar a la cima cuesta mucho, por eso se prepara en sus estudios de forma intensa, porque sabe que esto le ayudará a cumplir sus metas de ser administradora de empresa y con ello mejorar la vida de sus padres y herman@s.

“Hay que agradecer al gobierno por poner las escuelas a distancia y a los jóvenes les pido que sigan estudiando y que no se rindan”, concluyó Natalia. En esta escuela José Dolores Estrada están estudiando en esta modalidad un poco más de 179 jóvenes, de los cuales 86 cursan séptimo grado y 93 en octavo grado.

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