Panamá declaró el martes estado de emergencia para enfrentar los efectos de la sequía ocasionada por el fenómeno climático de El Niño y ordenó medidas inmediatas de ahorro de agua.

El consejo de gabinete ministerial decretó esa medida, que ya han puesto en vigor otros países de la región afectados por el déficit de lluvias ocasionado por el calentamiento de las aguas del Pacífico oriental ecuatorial.

La ministra de Medio Ambiente Mirey Endara aclaró que no se trata de crear pánico, sino de atender un fenómeno que reducirá marcadamente las precipitaciones en lo que resta de la temporada lluviosa.

Con la declaratoria se prohíbe el riego de jardines y áreas públicas, así como de césped y campos de golf, entre otras acciones inmediatas, indicó la Presidencia en un comunicado. También crea una comisión de alto nivel que en un plazo no mayor de cuatro meses debe elaborar y presentar un plan nacional de seguridad hídrica para los próximos 15 años.

El déficit de lluvia este año está golpeando a sectores agrícolas y ganaderos, y llevó recientemente a la Autoridad del Canal de Panamá a establecer restricciones al calado de los buques debido al bajo nivel de los lagos que abastecen la ruta.

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