Es un año al que todavía le queda caña que moler, pero lo producido en esta molienda, hasta donde Dios nos ha ayudado, demuestra que la palabra tiene poder.
La propuesta de reconciliación nacional, sintetizada en el muy sentido lema “¡Unida, Nicaragua Triunfa!”, es tangible: nuestra nación escaló otra posición.
La última buena nueva es que el gobierno de los Estados Unidos, tras larguísimos 21 años, no se opondrá, en los organismos que administran los tesoros del planeta, a las demandas de asistencia y préstamos formulados por Nicaragua.
El empresario energético, César Zamora, valoró la decisión del comandante Daniel Ortega, a inicios de su gestión, de ver qué se podía hacer para resolver de una vez por todas el “waiver”.
Anteriores administraciones hicieron su parte, sin embargo, es justo convenir que con el Gobierno Sandinista, el tema alcanzó el rango de prioridad uno. Y ahí funcionó el modelo de alianzas y consensos con la empresa privada, mediante el Centro de Mediación y Arbitraje.
Es claro que el sandinismo rectificó errores, superó otros y sobre todo, en esta crucial etapa, demuestra su voluntad de hacer las preguntas correctas para encontrar las debidas respuestas e ir tras el laurel.
Es significativa la declaración del gobierno estadounidense de exaltar la responsabilidad de la Administración Sandinista: “Reconocemos y apreciamos la determinación mostrada por el Gobierno de Nicaragua en los últimos meses para resolver los reclamos pendientes de una manera expedita y satisfactoria para todas las partes”.
EEUU instó a proteger la propiedad privada en “aras de fortalecer la confianza de todos los inversionistas en Nicaragua”. Nótese que Washington no niega la confianza internacional en el gobierno del FSLN: más bien aconsejó vigorizarla.
El diálogo y negociación son las plataformas de un buen gobierno, incluyente en su dramático abanico, desde los descartados, por los cuales aboga el papa Francisco, hasta los que con su iniciativa privada hacen sus fundamentales aportes a la economía nacional.
Las mismas naciones destacan que sus fondos de cooperación no se pierden. Se viven.
En marzo, el Secretario General de Cooperación Internacional del Reino de España, Gonzalo Robles, dio testimonio de cómo los recursos de su país y la contraparte de la Alcaldía de Managua, transformaron lo que ellos mismos consideraron el vertedero a cielo abierto más grande de América Latina, con 40 hectáreas de extensión. Ahí, con los desperdicios de la ciudad, 258 familias remendaban sus desdichadas existencias.
Robles se emocionó al ver que con el Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio Acahualinca, además de purificar el ambiente, las familias trabajadoras pudieron estrenar la vida con todos sus derechos.
II
Hay una minoría que se entristece cuando Nicaragua produce espléndidas noticias.
La realidad, que carece de resentimientos y de odios obstinados, despliega un panorama azul, quizás con algunas que otras nubes, pero aún estas, si es “mal tiempo” para quien habita en la ciudad, es una buena señal rural para los productores.
Las relaciones entre Estados Unidos y Nicaragua, rotuladas por algunos de “correctas pero no cordiales”, movieron su centro de gravedad, empujadas por la fuerza de los datos, y pasando por encima –con mucha justicia– sobre la sistemática labor de la derecha conservadora de eclipsar la imagen de Nicaragua.
El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, al ponerle el pie de foto a los acontecimientos, dijo a la prensa: “…tenemos hoy una imagen país que se ve fortalecida ante esta decisión del Gobierno de Estados Unidos; estamos hablando de que esta es una noticia positiva que se suma a la de Moody’s de mejorar (la calificación crediticia) a Nicaragua de B3 a B2…”.
Sí que hay buenas nuevas. La Selección Nacional de Béisbol, Sub-12, no fue obra de la casualidad en Taiwán, donde exhibieron, con sus escasos calendarios, la calidad del nicaragüense. ¡Por la víspera se saca el día!
El apoyo gubernamental fue decisivo, tan así que las autoridades de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol, le otorgaron una medalla de oro al comandante Ortega.
Y desde las grandes ligas empresariales, Carlos Pellas, al hablar para Canal 2, animó en mayo: “Le diría a todos los que están pensando invertir en Nicaragua que no lo piensen dos veces, que este es un país seguro, donde se respeta la seguridad jurídica de las empresas, hay grandes oportunidades…”.
En junio se ratificaron esas palabras: la salida de Nicaragua de la llamada “lista gris” del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).
Quiere decir, señaló Ana María H. de Alba, especialista en prevención de lavado de dinero, que en nuestro país los inversionistas pueden colocar sus recursos de manera segura. El orbe mira a Nicaragua como “un lugar más serio y sano y además donde se puede venir a invertir”.
El Presidente de SuKarne, el mexicano Jesús Vizcarra, constató: “En Nicaragua se respiran aires de paz, respeto de aires jurídicos y respeto de las instituciones”.
En abril, los dueños de “La Prensa”, expertos en publicar el país a media cuadra del Apocalipsis, no tuvieron más remedio que tragarse las palabras de Carlos Enrique Quirós, vicepresidente comercial de Grupo Q:
“Hoy por hoy tenemos mucha comodidad, tranquilidad con Nicaragua, algo que no lo tenemos con otros países de la región, especialmente cuando hay muchas turbulencias por cambios de gobiernos y eso no se ha sentido en el mercado nicaragüense”.
III
El pensamiento conservador menospreció al sandinismo, al decir que no era lo mismo “volar tiros” que dirigir un país. Los hechos, sin embargo, plantean lo contrario: el Frente no solo es capaz de gobernar, sino de hacerlo muy bien, según lo confirma el mundo.
Se podría decir que el destino histórico, definitivo, del FSLN, y de su conducción, el comandante Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo, es potenciar Nicaragua.
En palabras de Rosario, desarrollar “los Esplendores de nuestra Nicaragua, desde la Cultura, la Tradición, los Valores, la Seguridad, la Economía, el Trabajo y la Paz”.
El dinámico dirigente deportivo, Nemesio Porras, reveló a El 19 Digital, un detalle que aplica, y explica, para muchos de los éxitos de nuestra patria.
“Un día de estos, hablando con el comandante Daniel, me preguntó nuevamente: ‘¿Qué hacemos para ser mejores?’”. Nemesio enumeró sus recomendaciones técnicas.
“Entonces, sencillamente, él me dijo lo mismo: ‘¡Vamos a hacerlo!’”.