El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó el viernes 7 de agosto que el creciente flujo de migrantes y refugiados que llegan a Europa a través de Grecia "sobrepasa" las capacidades de su país, y pidió ayuda a la Unión Europea.

"El problema nos sobrepasa. Grecia es un país que sufre una crisis económica y se enfrenta a una crisis humanitaria dentro de esa (primera) crisis", declaró el primer ministro tras una reunión ministerial para abordar el asunto.

Sus declaraciones llegaban después de que la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) considerara "absolutamente vergonzosa" la situación de los migrantes en Grecia, tras visitar el país.

Tsipras anunció una serie de medidas para "mejorar las infraestructuras" de acogida (...), los "procedimientos" de identificación y la "coordinación" de acciones del gobierno.

Según ACNUR, de enero a julio llegaron a Grecia unos 124,000 refugiados, un aumento del 750% respecto al mismo periodo de 2014.

En este momento, miles de migrantes que desembarcan en las islas Egeas, al este de Grecia, se ven obligados a dormir al raso, con mínimas condiciones de higiene, debido a que los centros de acogida se encuentran saturados. Entre ellos hay numerosos menores, muchos de ellos viajando solos.

"Haremos lo que podamos para cumplir con nuestras obligaciones humanitarias, dando lo poco que tenemos", afirmó el jefe de gobierno griego.

Pero Tsipras también criticó la actuación de los países de la UE, que no han logrado implantar el sistema propuesto por Bruselas de cuotas para la acogida de emigrantes o bien las han rechazado de pleno.

"La Unión Europea no tiene sentido, si es una unión de Estados que miran por sus propios intereses", lamentó.

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