Trenes que llegan tarde y despacio, o simplemente que no llegan. Es una de las muchas consecuencias de ola de calor que atraviesa gran parte de Europa. Las altas temperaturas deforman la catenaria y dilatan los raíles lo que impide la circulación normal de los trenes.
“Los trenes llegan tarde y no hay información. La gente espera y espera y los andenes están completamente llenos”, señala un enfadado viajero
Media Francia se encuentra en alerta por la ola de calor. En España los termómetros han dado una pequeña tregua, pero para este de fin de semana las temperaturas volverán a subir, hasta rozar los cuarenta grados en muchos puntos.
Mientras tanto el Reino Unido vivió este miércoles el día de julio más caluroso jamás registrado con 36,7 grados. Temperaturas que causaron cancelación de trenes y aumento en las llamadas a los servicios de emergencia
Intenso calor, también en Alemania. Las autoridades aconsejan especiales precauciones para niños y personas mayores. Aunque no todos parecen sentirse aludidos. A sus noventa años Anneli dice disfrutar del tiempo.
“La vida son dos días y yo aprovecho cada momento”, dice sonriente la mujer.
Dicho y hecho. Se sumerge en el lago dispuesta a aprovechar hasta el último minuto de estos días de calor.