La magnetósfera de nuestro planeta, que previene que la radiación solar alcance la superficie de la Tierra, está desapareciendo, lo que nos hace más vulnerables a los fenómenos de nuestro Astro Rey.
De acuerdo a la Agencia Espacial Europea, citada por Daily Express, este vital campo de protección de nuestro planeta, está perdiendo fuerza considerablemente.
Un portavoz de la agencia señaló: “Mediciones hechas en los últimos seis meses confirman la tendencia general del debilitamiento de este campo, especialmente sobre el Hemisferio Occidental”.
Para hacer estas investigaciones, los científicos se apoyan en los resultados del proyecto Swarn, el cual hace uso de tres satélites para medir señales magnéticas de las rocas en el núcleo, manto y corteza de la Tierra, así como de los océanos, la ionósfera y la magnetósfera en sí.
"Esto proporcionará una nueva visión de muchos procesos naturales, desde los que se producen en el interior de nuestro planeta hasta el clima espacial provocado por la actividad solar. A su vez, esta información dará lugar a una mejor comprensión de por qué el campo magnético se está debilitando".
Estas informaciones surgen en el momento que una explosión solar nivel G4 alcanzó la Tierra esta semana.
Los expertos advirtieron que si el campo magnético continúa debilitándose, o incluso llega a desaparecer, los niveles de radiación en la Tierra se duplicarán, disparando los casos de enfermedades, como el cáncer de piel, a nivel mundial.
A esto se suma que un impacto más directo de los rayos solares podría acelerar aún más el cambio climático.
Algunos señalan incluso que las radiaciones solares tienen incidencia sobre otros fenómenos, como los sismos y la actividad volcánica.
Un grupo de expertos daneses descubrieron que el clima en la Tierra está siendo afectado significativamente por los cambios en el campo magnético del planeta.
Ellos aseguran que los niveles de rayos cósmicos impactando nuestra atmósfera afectan la cobertura de nubes.
Una señal de las alteraciones de la magnetósfera son el aumento de la visibilidad de las llamadas “luces del norte” o auroras boreales.
Los científicos esperan conocer más sobre estos datos para hacer predicciones y análisis más precisos.