A tres años de su tránsito a la inmortalidad, el Comandante Tomás Borge Martínez, uno de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), continúa siendo una luz en el camino del proceso revolucionario que maduró con ideales, principios y lealtad.
Compañeros de lucha, juventud y familiares recuerdan a Tomás, reflexionan sobre su legado y afirman que él vive en cada nicaragüense libre y en los programas de restitución de derechos que siembra solidaridad y socialismo.
Hombre de mirada y palabras fuertes
Miguel Castro Salgado acompañó al Comandante Tomás en su lucha contra la dictadura somocista. En los años en que el Comandante se encontraba en la clandestinidad, Castro hasta le salvó la vida al proporcionarle un tratamiento contra la malaria, fue ahí cuando lo conoció.
“Detrás de un palo de bambú ahí estaba un hombre de pequeña estatura, de mirada fuerte, palabras fuertes. Con su mirada inspiraba respeto y coraje y con su hablar fuerte y seguro demostraba lo que realmente era y fue”, así resume Castro los primeros momentos de aquel encuentro en las montañas del norte.
“De él aprendí muchas cosas que realmente me sirvieron en la lucha cotidiana guerrillera y aún me sigue sirviendo ese aprendizaje para llevar adelante nuestros proyectos, nuestras programaciones de trabajo y especialmente partidarias”, valora Castro.
Castro afirma que Tomás representa el auténtico sandinismo. “Él era un hombre firme, verdadero. Siempre nos condujo por el buen camino revolucionario, siempre él fue el ejemplo, la visión clara del partido”, aseguró.
Julio Casco, guerrillero de la columna Frente Norte, quien también acompañó la lucha de Tomás, recuerda que su línea política era a favor de la juventud y del relevo generacional para darle continuidad a la lucha.
Casco explica que esa visión está vigente en los programas que desarrolla el Gobierno Sandinista que convierte a los jóvenes en protagonistas.
Además señala que el Comandante Tomás era un hombre ideológico y político que se convirtió en la guía del sandinismo y logró la unidad del sandinismo en momentos difíciles.
Otros compañeros que conocieron a Tomás tras el triunfo de la Revolución, destacan que el fundador del Frente Sandinista tenía claro que sólo a través de la unidad es que se podía derrotar la dictadura.
Santana de Jesús González, explica que de esa manera Tomás fue una persona clave en el triunfo de la Revolución.
“El comandante influyó mucho junto con el Comandante Pomares para crear la unidad del Frente Sandinista. Solo así, unidos, podíamos llegar al triunfo de la Revolución, él no se equivocó porque así fue, si hemos estado desunidos no hubiéramos podido llegar al triunfo en 1979”, valoró.
Fundador del Ministerio del Interior
El legado del Comandante Tomás Borge quedó impregnado en las instituciones que fundó en la década de los 80.
La Policía Nacional y el Ministerio del Interior, fueron concebidos por Tomás desde la profundidad de los valores revolucionarios.
“La fundación del Ministerio de Interior fue la tarea más importante porque significaba la defensa de este país”, explica Miguel Castro Salgado.
Castro considera que al fundar el Ministerio del Interior, Tomás estaba pensando en cómo mantener vivo ese proceso.
“Él era firme y seguro en lo que intentaba hacer porque estaba claro que esos órganos que él fundó le iban a dar la estabilidad a la revolución. Mantener la revolución era algo importante y vemos que la Revolución está viva, nuestro sacrificio no ha sido en vano”, aseguró.
El Comandante amigo de la juventud y las mujeres
Aunque el Comandante sufrió terribles torturas y fue encarcelado por motivos políticos, no perdió su ternura y su capacidad de comprensión de los problemas de la juventud y de las mujeres.
Hazell Picado, coordinadora departamental del Movimiento de Estudiantes Técnicos, asegura que Tomás era una persona sociable y accesible.
“Podías llegar a él siendo joven, siendo mujer, siendo un anciano. Tenías accesibilidad a sus consejos y a sus palabras de aliento. Era una persona muy positiva a pesar de las circunstancias”, comentó.
Por esa razón, afirma Hazell, la juventud lo considera como un maestro de lealtad, honestidad y responsabilidad.
Por su parte Marvin Maradiaga, coordinador de Promotoría Solidaría, resalta que Tomás es sinónimo de lealtad.
El es “lealtad a nuestro pueblo, lealtad al Frente Sandinista para seguir trabajando día a día por nuestro pueblo que ahora lucha contra la pobreza”, explica.
“Debemos seguir trabajando sin descansar para seguir fortaleciendo este modelo Cristiano, Socialista y Solidario que encabeza el Comandante Daniel y la Compañera Rosario. En cada proyecto que realizamos y que entregamos ahí está el Comandante Tomás. El quería una juventud libre que viviera en Paz. Por eso nos inspira el Comandante Tomás Borge y su legado quedó en la juventud. El Comandante siempre fue joven igual que nosotros y siempre nos transmitía energía”, aseguró el joven.
Un padre trabajador y leal
Germán Pomares, hijo del Comandante Tomás Borge, recuerda de su padre su aprecio por la puntualidad y el estudio, así como la vivencia de los valores revolucionarios y la lealtad a su partido.
Pomares rememora escenas en las que el Comandante Tomás se vio obligado por las circunstancias a vivir separado de su familia en la clandestinidad, momentos que le marcaron la vida al no ver el crecimiento de todos sus hijos.
“Antes de Raití Bocay dejó una carta para Ana María explicándoles las razones por la cual no iba a crecer al lado de ellas, de lo mucho que esa situación le dolía personalmente, pero que tenía un compromiso con la Patria para que tuviesen las libertades que él no tuvo”, comentó Pomares.
“Eso era algo que vos conversabas con él y te dabas cuenta que entre los grandes pendientes de su vida era reunir a su familia bajo un mismo techo. Lo intentó pero la guerra no declarada, el hecho que cada uno contrajese matrimonio, pareja y buscase otros horizontes, limitó bastante el estar cerca”, explicó Pomares.
Pasión por la lectura
Su hijo destaca que el Comandante Tomás vivía con pasión la lectura, algo que compartía con sus seres queridos cada vez que podía.
El era muy creyente de la educación, de la lectura para formarse y era bien gratificante saber que el venia y te traía un libro, no traía juguetes o algo que no te desarrolla la creatividad, explica Germán.
“Se quejó una vez conmigo por eso y con toda la Plaza de que cómo era posible que íbamos a saber más del hombre araña que de nuestros héroes”, recuerda Pomares reconociendo que el Comandante Tomás tenía la preocupación de que los nicaragüenses recordáramos quiénes somos y de dónde venimos.
Su legado es el de una generación
Germán Pomares, ve en el Comandante Tomás a un símbolo que recoge el legado de toda una generación de hombres y mujeres que lucharon por la patria.
“No es solo su legado, es el legado de una generación. Gente que es leal desde antes de iniciar su participación en la organización hasta sus últimos días. No andana coqueteando con otras organizaciones, con otros puntos de vista, eso es lo que celebra que Tomás fue leal más allá de cualquier duda”, explicó.
Resalta que a Tomás se le conmemora por la lealtad y la entrega al impulso revolucionario, a su voluntad de cambiar el mundo.
Asimismo, explica que el Comandante no buscó la gloria para él, más si supo reconocer el liderazgo de otros compañeros como Carlos Fonseca, Silvio Mayorga y del Comandante Daniel Ortega Saavedra.
“Él supo reconocer un líder, supo que estaba más allá de sus capacidades para dirigir una organización política”, comentó Pomares.
Finalmente, Germán Pomares recuerda con mucho cariño una frase que quedó plasmada en el muro de la casa del Comandante Tomás.
“No se arrodillen jamás sino es ante la bandera de nuestra patria, manténganse erguidos ante los poderosos de la tierra y con los ojos iluminados de amos ante nuestro pueblo heroico”, reza el verso que en muchos discursos utilizó Tomás y en el que se resume el amor a la Patria y al Pueblo que debe mantener vivo en su corazón cada militante sandinista.