El gobernador de Maryland declaró estado de emergencia y activó a la Guardia Nacional luego de las violentas protestas entre cientos de jóvenes con las fuerzas del orden en Baltimore tras el funeral del afroamericano Freddie Grey, quien murió el pasado 19 de abril después de sufrir una grave contusión en la espalda mientras era detenido por unos agentes.
Al menos siete policías resultaron heridos durante un violento enfrentamiento, varios automóviles fueron incendiados y una farmacia fue saqueada y envuelta en llamas.
Apenas unas horas después del funeral, donde cientos de personas acudieron para exigir justicia, las protestas se tornaron violentas, decenas de personas se enfrentaron con la policía antidisturbios fuera del centro comercial Mondawn en el noroeste de Baltimore. Algunos lanzaron piedras y ladrillos a los oficiales, que llevaban cascos y caretas.
Por su parte, la familia de Freddie, dijo estar en shock al ver toda la violencia generada y llamaron a la calma. Los hechos se dan pocas horas después de que el alcalde de la ciudad hiciera un llamamiento de paz.
Debido al incremento de las tensiones, el partido de béisbol que se iba a celebrar esta noche entre el equipo de los Orioles y los Medias Blancas de Chicago ha quedado pospuesto.
Además, el gobernador de Maryland puso a la Guardia Nacional en alerta para responder a la violencia suscitada.
Este nuevo caso ha vuelto a reabrir las heridas entre la comunidad afroamericana, quien tras la muerte de Michael Brown en Ferguson, Missouri, el pasado agosto, reivindica que existe un notorio uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes policiales respecto a la población negra.
El último adiós a Freddie Gray
Horas antes, los familiares de Gray, acompañados de cientos de personas, realizaron el funeral del joven en la Nueva Iglesia Bautista Shiloh, con capacidad para 2,200 personas, que se llenó de amigos, vecinos y también representantes políticos.
Entre los asistentes, muchos de ellos vestidos de blanco, se encontraban los familiares de Eric Garner, el afroamericano que murió el pasado año en Nueva York en otro altercado policial, así como varios altos funcionarios de la Casa Blanca.
Dentro del templo colgaba una pancarta que rezaba: "Las vidas de los negros importan y todas las vidas importan".
Durante el funeral, cuando empezaron el servicio religioso, se abrió el ataúd blanco con el cuerpo de Gray, flanqueado por los arreglos florales. Además se colocó una cuerda se colocó delante de la urna para evitar que la gente se acerque demasiado. Una persona utiliza un teléfono celular para tomar una foto del cuerpo.
Igual que en Ferguson, en Baltimore estallaron las protestas y este domingo seis agentes de policía resultaron heridos y 31 adultos y cuatro menores de edad fueron detenidos tras los incidentes.
La alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, emitió un "llamado a la paz".
"Nos definimos por cómo respondemos y espero que, en la medida que los ojos del país están puestos en Baltimore, se vea muy claramente que ésta es una comunidad que está dispuesta a enfrentar temas difíciles, que está dispuesta a exigir la rendición de cuentas, y que también exige la paz y el progreso al mismo tiempo", dijo la alcaldesa.
La ciudad, que cuenta con casi dos tercios de la población de raza negra, tiene una larga historia de tensiones entre la policía y la comunidad afroamericana, una herida que se ha reabierto a raíz de la muerte de Gray.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, rehusó hacer comentarios sobre las circunstancias en que murió Gray para no "interferir" en la investigación, y recordó que el Departamento de Justicia ya está recopilando información sobre lo ocurrido.
Sobre las tensiones de los últimos meses entre la Policía y las comunidades afroamericanas en varios puntos del país, Earnest reiteró que afrontar este problema requiere del "compromiso" de las autoridades y agentes locales, y que es algo que el Gobierno federal "no va a resolver por sí solo".
Por su parte, el representante afroamericano Elijah Cummings, demócrata por Maryland, prometió justicia a la familia de Gray durante la ceremonia de hoy.
"He dicho a menudo que nuestros niños son los mensajes vivientes que enviamos al futuro que nunca veremos, pero ahora, nuestros hijos nos están enviando a un futuro que nunca verán", dijo Cummings durante un emotivo discurso.
"Estoy en el ocaso -agregó dirigiéndose a la madre del fallecido-, pero les digo que no vamos a descansar, no vamos a descansar hasta que logremos esto y veamos que se haga justicia".
El legislador, emocionado durante su intervención, cerró con una cita del Antiguo Testamento: "Quiero justicia, océanos de ella. Quiero honestidad, ríos de ella. Eso es lo que quiero. Eso es todo lo que quiero".