Nota de los hijos del Che por la presencia de Félix Rodríguez en el contexto de la Cumbre de las Américas.
Hace apenas unos días nos enteramos de la abrumadora noticia que se difundió, como pólvora, por todas partes: Félix Rodríguez (El Gato) fue a Panamá, con el objetivo de asistir a un espurio Simposio por la Unidad Cubana que se desarrolló, si pensamos con ingenuidad inaudita, coincidentemente con la Cumbre de las Américas. Junto a otros de la misma laya, en un arrebato de patriotismo, intentaron brindar un homenaje al Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, gesto que, “casualmente”, también coincidía con el que llevaba a cabo parte de nuestra delegación, en el monumento que se encuentra frente a la sede de la Embajada cubana en la capital panameña. Tenemos entendido que tamaña afrenta no quedó sin respuesta por parte de los amigos de Cuba revolucionaria y los compañeros cubanos que estaban allí.
Precisamente con este tipo de individuo, que toda su vida ha sido una marioneta del Gobierno Norteamericano, que organizó e intervino en la invasión a Playa Girón, en la criminal guerra de Viet Nam y en muchas otras acciones orquestadas por su amo, las cuales enlutaron a innumerables familias, en diversas partes del Mundo; que perteneció a la CIA, al Ejército norteamericano, incluso, escaló en su jerarquía, obviamente, hasta donde le permitían llegar a un ser de esta calaña, ya sabemos bien que se les reconoce como traidores y, aunque se les paga, se les desprecia y, en la misma medida, se les trata; es con el que pretende el imperio norteamericano dialogar con Cuba. Es acaso esta una propuesta de entendimiento o es solo un intento de atemperar la presencia de Cuba en estas lides, dispuesta como viene a denunciar lo que otros callan y a defender las causas más justas y nobles, como, por ejemplo, la de Venezuela.
Alguien puede olvidar el pasado y presente de quien no deja de vanagloriarse por haber prestado sus servicios para apresar y después asesinar al Che Guevara en Bolivia, acaso los que les invitaron u organizaron el mencionado simposio no sabían que el autor de “El Soldado en la Sombra” fue y es un servil esclavo de los poderes yanquis. Entonces cabe preguntarse qué propósito puede tener esto, sino el de boicotear una Cumbre que tiene como objetivo aunar las voluntades de todos nuestros pueblos en beneficio de la paz, el diálogo y el progreso.
Osó Félix Rodríguez presentarse en la tierra de Omar Torrijos, enfundado en una piel de cordero que le facilitó su dueño, pero desnudo como el lobo que es, en las sombras o a plena luz del día, tendrá que regresar sin glorias. Pues lo que es un hecho, es que Cuba sabe defenderse y dejará en claro su postura ejemplarizante para que este tipo de artilugios no se presenten nuevamente, ni ahora, ni nunca.
Revolucionariamente,
Hijos del Che