“El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no sólo ser oído sino también creído”, con estas palabras el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, inicia su manifiesto de San Albino que redactó un primero de Julio de 1927, y que muestra la extirpe nacionalista y patriota del niquinohomeño que recorrió las montañas segovianas para sembrar la semilla de la esperanza.
Sandino en sus ideas nunca titubeó, siempre fue directo, un hombre que puso su pecho al descubierto para exigir respeto a nuestra soberanía y con recia hidalguía expresó que podría morir el último de sus soldados, pero eso sí, antes, más de un batallón de los invasores rubios mordería el polvo de las agrestes montañas, tal y como sucedió.
En su vida de ejemplos, Sandino y cada miembro del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN) siempre fueron orgullosos de surgir del seno de los oprimidos, de buscar cada día la independencia de Nicaragua y de buscar la mejoría de la vida del pueblo, de los campesinos, de las mujeres, de los niñ@s.
De esa manera es conocido no solamente en las montañas, caseríos y comunidades, sino también en cada rincón de Nicaragua, que sabe de su valentía, de su dignidad. Hoy en estas mismas tierras se vive la Alegría de Vivir en Paz, de recibir la restitución de derechos con el Gobierno Sandinista, que empuña y hace ondear la bandera azul y blanca, defendida por la rojinegra que hace mejores caminos para la producción, construye escuelas y promueve salud.
“El General Sandino pensó como un profeta para Nicaragua”, expresó el compañero Enrique Fiallos Martínez, viendo de frente al monumento dedicado a Sandino y que da la bienvenida en el municipio El Jícaro.
“Estos ideales tienen un sentido y estudiar el manifiesto de San Albino todavía para las futuras generaciones representan deseos para nuestro país que todavía no lo hemos logrado, estamos en ese proceso y gracias a la Revolución Sandinista, al FSLN que está gobernando, es que hoy podemos percibir que sí se están cumpliendo estos ideales”, agregó Fiallos, vicealcalde de este municipio.
Son las 10 de la mañana de un jueves en El Jícaro, ese día la apacible calma que normalmente vive este pueblo, fue alterada por un accidente de tránsito en una comunidad rural que lamentablemente dejó un poco más de 50 heridos y una persona fallecida, ese día las instituciones de forma coordinada pudieron dar respuesta a la emergencia, los servicios de salud garantizaron la vida de los lesionad@s, que era lo más importante.
Para el vicealcalde, este esfuerzo coordinado en materia de salud que permitió salvar muchas vidas, es parte del legado y deseos de Sandino, los que dejó claramente plasmado en sus ideas, en el manifiesto de San Albino.
“Los pesimistas dirán que soy muy pequeño para la obra que tengo emprendida; pero mi insignificancia está sobrepujada por la altivez de mi corazón de patriota, y así juro ante la Patria y ante la historia que mi espada defenderá, el decoro nacional y que será redención para los oprimidos”, dice Sandino en su manifiesto.
Esas ideas y legados del General Sandino están vigentes y se pasean por las tierras segovianas, convertidos en programas sociales, por tanto en cada pueblo y municipio se están inaugurando nuevos proyectos, que significan nuevas victorias.
En esas comunidades recónditas en las montañas, Sandino veía un amplio horizonte que le permitía soñar y luchar junto a su pequeño ejército, formado por hombres rústicos pero llenos de valor y de amor patrio, entre esos estaba el General Juan Gregorio Colindres, un campesino cuya descendencia se muestra orgullosa de su legado.
“La relación de mi abuelo con el General Sandino, fue una relación de amigos y de preocupación por la gente pobre, por la gente desprotegida y esa fue la razón por la que se vieron impulsados a tomar esa medida, esa decisión de luchar”, refiere don Gustavo Enrique Colindres, nieto del General Juan Gregorio Colindres.
Don Gustavo que trabaja desde un pequeño negocio en el municipio de Murra, relata que conoció de las luchas de su abuelo y de Sandino, por medio de su padre Gustavo Colindres, quien en varias ocasiones le describió la figura de nuestro Héroe Nacional.
“Recuerdo que me decía que era un hombre pequeño, pero muy decidido, un hombre que amaba a su patria”, señala Gustavo, recalcando luego que el Comandante Daniel Ortega, la Compañera Rosario Murillo y el FSLN está cumpliendo los ideales por los que luchó Sandino y su abuelo.
“Creo que al ver el desarrollo de nuestro país hoy con los caminos, con las escuelas, con todos los servicios públicos, creo que ahí se asemejan los ideales, estamos viendo el cumplimiento de los ideales de toda esa gente que dieron su vida”, refrenda Gustavo, quien desde su hogar logra divisar el histórico cerro El Chipote, un sitio que Sandino ocupó de trinchera y para trazar sus estrategias junto a su ejército que batalló en Ocotal un 16 de julio de 1927, quince días después de redactar el manifiesto de San Albino. Los marines norteamericanos lograron localizar el cuartel general de Sandino y casi diariamente era bombardeado por aeroplanos yankees.
En El Chipote, vive la familia de Leoncio Zelaya Bustamante, un hombre que también batalló con Sandino en las montañas segovianas. Leoncio falleció hace algunos meses a los 104 años, le sobreviven algunos hij@s y sus nietas, entre ellas doña Francisca Zelaya.
Hace un par de años a las familias que viven en este cerro, les llegó la energía eléctrica, el Comandante Daniel Ortega Saavedra orientó que a cada familia se le entregase una batería de paneles solares y de esa manera la electricidad fuese una realidad. En la casa de Francisca hay electricidad, algo que don Leoncio pudo conocer. En otras comunidades cercanas al cerro también ha llegado la energía, tal y como ocurren en miles y miles de zonas rurales.
Francisca cuenta que su abuelo era un hombre orgulloso por haber pertenecido al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. En más de alguna ocasión, su abuelo le comentó que tras el cobarde asesinato de Sandino, la dictadura somocista emprendió una persecución y que él escapó de la muerte al refugiarse en las montañas hondureñas. En esos relato don Leoncio detallaba las noches y días que los bombarderos norteamericanos asediaban el cuartel general en El Chipote y que Sandino en más de una ocasión logró engañar haciendo creer que todos habían sido alcanzados por las bombas.
No le hemos fallado a Sandino
“Él nos contaba que Sandino era un buen hombre, de buenas ideas, buenos sentimientos y que quería ver libre a Nicaragua y eso lo tenemos ahora, se está logrando y sabemos que somos libres”, subraya Francisca, que también vivió la guerra impuesta por el gobierno de Estados Unidos al financiar a la contrarrevolución en los años 80.
“Ahora que hay paz y que somos personas libres, gozamos de los beneficios, tenemos el Plan techo, las viviendas completas que le dan a las personas que necesitamos como seres humanos”, comentó Francisca, que dice vivir orgullosa de levantarse todas las mañanas y mirar el sol de frente en el cerro Chipote, tal como lo hizo Sandino y su abuelo.
Ese pensamiento de Sandino y su legado se mantiene vigentes gracias a la lucha histórica que han protagonizado miles de héroes y mártires, pero también gracias a personas como don José Ferrufino de 73 años, que afirma con total aplomo que los nicaragüenses no le hemos fallado a los ideales del “histórico general”.
“El General Sandino para nosotros fue un hombre que se preocupó por la libertad, liberar a Nicaragua del dominio que había de Estados Unidos, hoy se están viendo los frutos de esos pensamientos y hay que valorar la cantidad de personas que dispusieron su vida para conseguir esto y gracias a Dios que en este país no se ha fallado”, resalta don José que en su juventud participó como correo en la lucha por derrocar a la dictadura.
“Yo me siento feliz cuando (Sandino) decía la igualdad de derechos, anteriormente yo me acuerdo no era así, si en un hospital o en una oficina llegaba un rico, dejaban al pobre ahí a que se esperara, porque iban a atender al rico” recuerda Ferrufino.
“El recuerdo que tengo de Sandino fue que luchó por los pobres, y decía ‘yo no lucho por tener tierra, lucho porque el campesino tenga tierra tenga donde vivir, por mí no’”, señala Pedro Rodríguez, otro campesino de Murra que también escuchó de su padre las epopeyas del niquinohomeño.
Otra que ha ayudado a mantener ese legado de Sandino, es doña María Dolores Raudales, que vive en El Jícaro, en la vivienda que heredó de la familia de su padre el General Ramón Raudales, uno de los altos mandos del EDSN.
Cuando murió el General Raudales, doña María tenía 14 años y lo recuerda poco, pues la mayoría del tiempo pasaba junto a Sandino en las montañas, mientras su casa era constantemente vigilada por la guardia somocista. El General Raudales era un hombre muy pudiente, ayudaba al Ejército de Sandino con parte de la logística.
“Mi padre fue un hombre valiente, después de Sandino siguió la lucha, él no se aflojo, tenía las mismas ideas de Sandino, era la mano derecha de Sandino. Gracias a Dios ahora vemos los frutos en lo que el gobierno ha ayudado a muchas personas”.
Sandino y el Gran Canal Interoceánico
El vicealcalde de El Jícaro, resalta que el General Sandino fue un hombre visionario, siempre quiso que en la construcción del Gran Canal Interoceánico participaran inversiones de todos los países latinoamericanos o del mundo.
“El mundo sería un desequilibrado permitiendo que sólo los Estados Unidos de Norte América sean dueños de nuestro Canal, pues sería tanto como quedar a merced de las decisiones del Coloso del Norte”, refiere Sandino en su manifiesto y agrega en otro párrafo “la civilización exige que se abra el Canal de Nicaragua, pero que se haga con capital de todo el mundo y no sea exclusivamente de Norte América”.
Fiallos expresa que el General Sandino se adelantó en sus pensamientos, todo por ayudar a mejorar las condiciones de vida del pueblo “y hoy lo vemos con el mejoramiento de escuelas, con el acceso a la educación, a la salud, mejoramiento a los caminos y con casas, sistemas eléctricos en todas las comunidades, aun nos falta pero estamos avanzando”.
Gustavo Colindres, al igual que Sandino, y que el vicealcalde Fiallos, cree que el Gran Canal es la gran oportunidad que tiene Nicaragua para salir del subdesarrollo y no es casualidad que sea el FSLN con el Comandante Daniel, haya tomado la decisión real de llevarlo a cabo.
“Estamos hablando de un proyecto para el pueblo, de un proyecto de nación…mejor no podía suceder algo como esto, creo que esto va a venir a beneficiar de gran manera al país creo que vamos a ver un gran impulso en el desarrollo de la nación.
El Cuartel General de Ocotal
La ciudad de Ocotal está llena de las historias de Sandino y las batallas contra el ejército invasor. Precisamente el edificio de la Alcaldía fue el Cuartel General de la Marina Norteamericana y fue Sandino desde el llamado “divisadero” combatió valientemente.
El compañero Richard López Vellorín Secretario del Concejo Municipal de Ocotal, relata que ese 16 de julio de 1927, la columna guerrillera de Sandino liderada por Rufo Marín, emprendieron acciones de rechazo a la ocupación norteamericana.
“Este edificio de la alcaldía fue el cuartel de la marina yanqui, ese día y los años posteriores sentaron las bases de rechazó de Sandino y de todos sus combatientes. (…) Emprendieron la lucha alrededor de Ocotal y aquí hay un punto emblemático que se le conoce como el Divisadero y la Fortaleza que prácticamente sirvieron como escenario para poder dirigir el ataque en Ocotal”, dice Richard al contar esas epopeyas de Sandino.
Richard dice con orgullo que no existe ningún ocotaliano que no sepa del valor histórico que tiene el edificio de la alcaldía, pero más el valor que tiene el legado y pensamiento del General Augusto C. Sandino.
“Si lo vemos 81 años después, este edificio es un lugar histórico en esta nueva etapa de la Revolución, en esta nueva etapa del pensamiento vivo de Sandino, se están materializando todo los programas y proyectos que Sandino en su momento planteó en relación a que teníamos que tener mejores condiciones de vida. La alcaldía es un sitio de desarrollo, de amor, de paz para beneficio de todos los ocotalianos”, valora Richard.
En Ocotal el año pasado en alianza con el gobierno, la municipalidad desarrolló 52 proyectos, entre estos la iluminación del estadio “Glorias del Béisbol Segoviano”, el adoquinamiento de 16 cuadras, construcción de un parque de juegos extremos, un campo de fútbol con grama sintética y una serie de programas comunitarios en las comunidades rurales.
Así como en Ocotal se respira y se sabe de ese pensamiento vivo de Sandino, igual ocurre en cada rincón de las montañas, donde sus pobladores mantienen vigente esas ideas, porque están orgullosos de ser nicaragüenses y que en sus venas circule la sangre india americana.