El ambientalista Kamilo Lara, director del Foro Nacional del Reciclaje (Fonare), asegura que en el mes de abril se estarán recibiendo de HKND y ERM los estudios de impacto ambiental del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, donde van incluidas todas aquellas recomendaciones realizadas por el Gobierno, las alcaldías y los grupos ambientalistas.
Lara señala que esto se hace tomando en cuenta que para el Gobierno el tema medioambiental es un asunto de primer orden al momento de echar a andar un proyecto tan importante como éste.
El experto afirma que los puntos medulares del estudio están alrededor de las áreas protegidas, como los humedales, el Corredor Biológico Mesoamericano y el Lago Cocibolca.
“Eso es lo que nosotros vamos a encontrar como información fresca de las alternativas de la viabilidad ambiental que significó, por ejemplo, de alguna manera cambiar algunos puntos muy específicos de la Ruta”, manifiesta.
Dichas modificaciones se dieron a conocer el año pasado y están enmarcadas precisamente en mover la ruta para evitar daños en Cerro Silva, Los Humedales de San Miguelito y los manglares de Brito.
“Ya tenemos una sumada satisfacción porque estamos viendo de que se han tomado en cuenta las consideraciones técnicas tanto de los especialistas del Gobierno como de las organizaciones (ambientales) y de otros sectores, lo que nos sigue reafirmando que el Canal es amigable con el medioambiente y que el Canal viene en un proceso de restauración ambiental de los daños que están señalados en estos mismos sitios”, explica.
Lara señala que el Lago Cocibolca continuará siendo un recurso de agua potable para Nicaragua, ya que se están tomando todas las medidas necesarias para evitar daños. De la misma forma, destaca que el Lago Atlanta –embalse artificial proyectado a construirse- será el principal reservorio de agua para las operaciones del Canal y no el Gran Lago. En este sentido, manifiesta que se planea recuperar el 75% del agua que actualmente se escurre naturalmente hacia el Mar Caribe.
Otro aspecto, que para él es fundamental consiste en que el Canal se convertirá en un área protegida de 3 kilómetros a ambos lados de la ruta, lo cual vendrá no solo a beneficiar a las comunidades aledañas sino también a rehabilitar la flora y la fauna de una zona sometida a degradación durante décadas. Con esto se fortalecerán también otras áreas aledañas como Los Humedales de San Miguelito, Cerro Silva y la Reserva Indio-Maíz, puntualiza el ambientalista nicaragüense.