El fuerte sonido de una sirena marca el preciso momento en que todo mundo debe salir de las oficinas, los salones de clases y las salas de emergencia hospitalaria. Hipotéticamente un fuerte terremoto está sacudiendo la ciudad de Managua y las personas deben colocarse cualquier objeto lo suficientemente grande sobre sus cabezas para protegerse y posterior a eso salir ordenadamente hacia lugares seguros.

Esta escena fue lo que se pudo observar este miércoles durante unos 6 minutos en el Instituto de la Vivienda Urbana y Rural (INVUR), Hospital Lenín Fonseca y colegio Adrian Rojas del barrio Batahola Sur, durante el simulacro ante terremotos realizado por el Sistema Nacional de Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (Sinapred) en conjunto con las instituciones del Estado y las familias organizadas.

Donde más movilización de personas evacuadas hubo fue en el Lenín Fonseca, pues el ejercicio requirió movilizar al personal de salud, a pacientes hospitalizados, a pacientes en consulta externa y a visitantes.

En este centro hospitalario desde el mes de abril se han ejecutado una serie de simulacros, no obstante, en esta ocasión no hubo ningún contratiempo y se redujeron los momentos de cada fase del simulacro.

“Estos planes nosotros los recordamos a diario. Tenemos las rutas de evacuación bien definidas”, expresó la directora del Lenín Fonseca, doctora Wendy Idiaquez.

Solo para dar una idea del movimiento que hubo en este hospital, es importante destacar que allí laboran más de 1 mil médicos, a lo que hay que sumar un promedio de 260 pacientes hospitalizados, 500 en consulta externa y 400 en emergencia.

La importancia de los planes internos

En el INVUR, la realización del ejercicio no pudo ser más exitoso. En esta institución fueron evacuados en tiempo récord casi 150 trabajadores y una decena de visitantes, gracias a que se cuenta con un plan donde están definidos todos los pasos a ejecutar al momento de un terremoto.

La Presidenta del INVUR, Judith Silva, explicó que dentro de este plan se han conformado tres brigadas: una encargada de las evacuaciones, otra de atender posibles incendios y otra para primeros auxilios.

Para Silva la gran prioridad del Gobierno al ordenar la realización de estos simulacros es garantizar el resguardo de la vida.

Niños están conscientes del peligro

No menos movido fue el ejercicio en el Colegio Adrián Rojas. Ubicado en el barrio Batahola Sur, este centro educativo de primaria alberga a más de 200 alumnos y maestros, quienes no más sonar la sirena de aviso se pusieron sus mochilas sobre las cabezas y salieron de los salones de clase en dirección a un espacio abierto en las afueras del centro.

De acuerdo al profesor Perfecto Arroliga, director del Adrián Rojas, al momento de un evento sísmico la organización y la disciplina estudiantil es fundamental.

“De eso se trata, de que en la medida que nosotros practiquemos más, sepamos qué tenemos que hacer”, afirmó.

En la conformación de brigadas y en la conciencia que cada persona debe tener de la peligrosidad de estos eventos, radica la fortaleza de los planes ante terremotos.

Jenny Gutiérrez, una de las personas que participó del simulacro en el Hospital Lenín Fonseca, se mostró muy satisfecha de las acciones que ejecuta el gobierno en relación a este tema, ya que esto ayuda a que la población esté preparada.

“Es importante que el Gobierno esté tomando estas medidas de prevención e involucrarnos a nosotros los pobladores para enseñarnos a prevenir desastres”, señaló Gutiérrez.

Sin embargo, no solo los adultos están conscientes de la importancia de estos simulacros. En el Colegio Adrián Rojas hay brigadas de estudiantes que se encargarán junto a los maestros de auxiliar a los niños menores y orientarles todo lo que hay que hacer.

“Tenemos que buscar un lugar seguro, entretenerlos y jugar con ellos para que no se asusten “, afirmó Desiré Silva, de 11 años y estudiante de quinto grado.

A lo largo del 2014 Nicaragua fue golpeada por varios terremotos, entre estos los de abril en las cercanías del Volcán Momotombo y el de octubre en la costa del Pacífico.