El líder evangélico nicaragüense, reverendo Augusto César Marenco, valoró que la educación en valores en el seno de la familia y complementada con la educación formal que brinda el estado son fundamentales para que en la sociedad no se den casos de menores embarazadas que corren un alto riesgo.

Asimismo, el pastor evangélico resaltó el protagonismo de la iglesia en su función educadora y de formación para guiar a la juventud en el camino correcto, con valores y principios cristianos.

Marenco explicó que el embarazo en menores de edad más que un problema de salud es de familia y de nación.

“Es un problema que nos envuelve a todos como nicaragüenses y tenemos que hacer algo para que el Señor nos ayude a atenuar y poder buscar la manera de cómo los problemas económicos, espirituales y familiares puedan ser tratados”, indicó.

Comentó que la Iglesia Evangélica de Nicaragua ha insistido en la importancia de solidificar la familia en base a principios, un trabajo que se ha hecho desde hace varios años.

De la misma manera, señaló que es fundamental la educación desde el hogar, en donde las madres y padres juegan un rol fundamental.

“Yo creo que tenemos que trabajar en la educación y la educación no la da solamente el estado, la educación comienza desde las bases y fundamentos de la familia. Es importante el que los hombres y las mujeres, que toda la sociedad asuma compromisos para que evitemos que nuestras niñas estén saliendo embarazadas a una edad tan prematura”, valoró Marenco.

Iglesia evangélica apoya reglamentación de la Ley 779

Marenco también se refirió a la reglamentación de la Ley 779, que penaliza la violencia contra las mujeres, y aseguró que la Iglesia siempre ha trabajado el tema de apoyo y acompañamiento a las mujeres que viven en el problema de la violencia.

“La iglesia como luz del mundo, como cuerpo espiritual, siempre ha estado y estará al lado de la gente más necesitada, que necesita apoyo”, indicó.

“Ahora con esta reglamentación es claro que la iglesia no puede quedarse con los brazos cruzados. Me parece que la labor de la iglesia evangélica, que en este país significa un poco más del 40% de población, es hacer un trabajo de sensibilización con el mensaje que se predica, que es de llevar esperanza a los hogares, las mujeres y a la familia nicaragüense”, explicó.