Hace más de treinta y cinco años salieron de su terruño para profesionalizarse, dejando atrás su pueblo, su familia, sus raíces. Incorporados a las numerosas brigadas estudiantiles, la Revolución Sandinista los becó para que tuvieran la posibilidad de realizar sus estudios en muchos centros de estudios y universidades de países hermanos.
Luego de más de tres décadas, estos técnicos y profesionales hoy sirven con amor y solidaridad a su patria, tal cual se comprometieron durante la primera etapa revolucionaria, al ser impulsados por el Gobierno del Frente Sandinista en los años setenta y ochenta.
Destacándose como Médico Laboratorista (Bioanálisis Clínico) en el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia en Managua, María Victoria Calderón, de 46 años, recordó haberse graduado en la Preparatoria en 1985, para luego poder ingresar a la universidad de Bulgaria, becada por el Frente Sandinista.
Facultad de Preparatoria fue clave en la formación
Esta profesional del Ministerio de Salud, indicó que antes de irse a estudiar fuera del país, pudo ingresar a la Facultad de Preparatoria, también impulsada por el Comandante Daniel Ortega, y la cual se había creado para que los jóvenes que vivían en zonas rurales tuvieran la oportunidad de estudiar en este nivel.
“Este proyecto nos ayudó muchísimo, porque hay padres que en ese momento no tenían ningún recurso. Yo soy del Río Coco, de aquellos lugares remotos, donde uno no se imagina que algún día llegará a la universidad”, destacó María Victoria, quien además subrayó que este fue un proyecto importante, donde además los jóvenes tenían mucha conciencia de la realidad de su patria.
“Nos involucrábamos en varias actividades, como cortes de café y algodón. Estábamos a la par de los campesinos, y como iniciativa propia nos gustaba sembrar hortalizas. ¡Quién no puede recordar la vida de los ochentas, quien quería estudiar lo lograba. El Frente (Sandinista) nos dio el programa de estudios, nos dio la oportunidad”, manifestó emotiva y nostálgica.
La revolución me dio la oportunidad de salir adelante
Esta compañera recordó que en aquellos años, muchos otros estudiantes se fueron a la hermana República de Cuba y a la Unión Soviética (hoy Rusia) a estudiar diferentes carreras profesionales.
“Yo tengo muchos familiares que se formaron en esta época. La revolución me dio la oportunidad de poder salir adelante. El que no estudiaba era porque no quería. En mi caso, la revolución me llevó hasta Bulgaria, donde estudié la carrera de Bioanálisis Clínico”, anotó la especialista.
Durante esta entrevista, María Victoria expresó que lo bonito es que hoy, como profesional, le está devolviendo al pueblo lo que aprendió. Mientras estudió en Bulgaria, lo único en lo que pensaba era en las necesidades de su comunidad (Río Coco), de aquí que decidiera estudiar medicina, en vez de Geología, cuya carrera es la que siempre soñó estudiar.
“Estudié esta carrera (Bioanálisis Clínico) porque miraba las necesidades de mi comunidad; yo aprendí a inyectar desde los 14 años, siempre anduve en las brigadas del pueblo. Cuando me fue fui a Bulgaria iba pensando en estudiar Geología, pero estando allá me di cuenta que no era una carrera prioridad para ayudarle a mi gente”, aseguró.
Al regresar de Bulgaria, y poder aportar como profesional a su comunidad, durante esta segunda etapa de la Revolución Sandinista, María Victoria está muy satisfecha por el Modelo de Salud Familiar-Comunitaria que impulsa el Gobierno Sandinista de manera totalmente gratuita, en los 153 municipios de Nicaragua.
De igual manera, la doctora Betzabé Mora Rodríguez, tuvo la oportunidad de estudiar Biología Molecular en el exterior, becada por la revolución. Hoy esta gran mujer se destaca en Nicaragua como la única especialista capacitada para desarrollar exámenes vinculados a la leptospirosis, mediante diagnósticos con una técnica molecular avanzada.
“Con esta técnica le estamos dando una alternativa a los médicos para que apoyen a los pacientes que están enfermos. Esta técnica es muy cara, pero nosotros (los médicos del Minsa) la estamos brindando de manera gratuita a través del Gobierno Sandinista”, puntualizó la especialista al ser entrevistada.
Con la revolución la educación se hizo posible
Mora Rodríguez también fue parte de la Facultad de Preparatoria, desarrollada por el Gobierno Sandinista en los años ochenta, cuyo programa la sensibilizó y le despertó la vocación de atención y servicio, con calidad y calidez, para la población de escasos recursos en Nicaragua.
“Nos prepararon para que apoyáramos al pueblo. Teníamos que cumplirle al pueblo. Estudiar, profesionalizarnos y hoy servirle a la población es posible porque el Gobierno Sandinista pensó en ese proyecto, en ese momento que era decisivo”, refirió la galena.
La experta en temas de la salud señaló que “solo con la revolución la educación se hizo posible”, justamente porque en aquellos años las condiciones económicas no eran tan propicias, sino que el régimen somocista había heredado un sistema educativo totalmente privativo, donde solo un pequeño grupo de jóvenes –que tenían posibilidades- podían estudiar.
“El seguir trabajando en el Ministerio de Salud ha sido una decisión mía por seguir sirviendo al pueblo, porque mi carrera se vende muy bien en el sector privado, pero yo he decidido quedarme en el Minsa porque tengo valores que me dieron en la Preparatoria, y hoy para mí es difícil atender a una paciente con cáncer y cobrarle mis servicios”, refirió la doctora Mora.
Regresaron para multiplicar el pan del saber
El Director del Instituto Público de ‘El Salvador’, compañero Oscar Danilo Ramírez, indicó que de los 52 años que tiene, al menos 30 los ha dedicado al magisterio. Esta carrera profesional la logró concretar tras viajar a la hermana República de Cuba, ¡la Gran Patria de Fidel y Raúl!, tras el triunfo de la Gloriosa Revolución Sandinista en Nicaragua.
“La revolución organizó a través de los Jóvenes Sandinistas un grupo que se llamó ‘Contingente 50 Aniversario’, donde se fueron a preparar a Cuba 1 mil 500 jóvenes estudiantes, graduados de los distintos centros de estudios y educación media, entre esos compañeros y compañeras iba yo”, atinó.
Este docente explicó que en aquel entonces a muchos jóvenes les tocó formarse profesionalmente dentro y fuera de Nicaragua, justamente para ir construyendo la Revolución en Paz y Democracia que hoy vivimos. Aquellos gloriosos tiempos, simplemente fueron inolvidables. Hoy, muchos de estos docentes se destacan en escuelas, universidades y centros técnicos de todo el país.
“Nos preparamos donde las revoluciones del mundo nos ofrecían la oportunidad de estar en las múltiples carreras que nos ofrecieron, no solamente como maestros, sino en ingeniería, arquitectura, agricultura, veterinaria, en muchas carreras”, detalló.
El docente recordó que muchos de aquellos muchachos y muchachas que se aventuraron al estudio en el exterior, retornaron a Nicaragua para fortalecer la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, e impulsados por la Revolución Sandinista proliferaron el pan del saber entre muchos pobladores del campo y la ciudad que no sabían leer ni escribir.